La succión es un reflejo que el recién nacido tiene, antes incluso de su llegada al mundo. Las ecografias muestran que los fetos de 13-14 semanas ya chupan sus diminutos dedos. El acto de succionar no sólo tiene una función nutritiva para el bebé, sino que también le proporciona seguridad, tranquilidad, sosiego y placer. A esto se lo denomina “succión no nutritiva”. La boca es el principal órgano sensorial, junto con el olfato, para un recién nacido. Con ella se alimentan, con ella reclaman atención y con ella -inicialmente- empiezan a explorar su pequeño mundo, comenzando por su propio cuerpo.Chuparse los dedos, es un reflejo primario que, a veces, se mantiene por dos razones. La primera tiene que ver con la relación que el niño establece con la costumbre. Y también con el placer que le produce. El niño, ocasionalmente, puede recurrir a chuparse los dedos cuando necesita relajarse.Generalmente, este tipo de conducta permanece más bien por la primera razón mencionada, con lo cual se requiere ingenio y creatividad por parte de los padres y/o cuidadores para controlar y quitar este mal hábito. Tanto los padres como los cuidadores pueden y deben interferir en estos casos. Por ejemplo, en el caso de que el niño se duerma con el dedo en la boca, una de las primeras providencias a tomar es intentar sustituir el hábito por otro que no le pueda causar daño físico.Para que el niño no cambie el hábito de usar sus manos, por ejemplo, hay que regalarle un muñequito u otro juguete que al niño le guste. Es necesario que se críe con “un amiguito”, un compañero para su descanso. El masajear las manos del niño o acariciarle el pelo como forma de relajarlo, puede ser una alternativa positiva a la hora de ayudar a que se quite el mal hábito. Es más conveniente sustituir un mal hábito por otro bueno que hacer el empleo de castigos y prohibiciones.Normalmente, los niños dejan el hábito de chuparse el pulgar o los dedos entre los dos y los cuatro años de edad. Los problemas derivados de este hábito, están en relación con la dentición y la fonación, por lo que si el hábito se mantiene es necesario actuar antes de la aparición de la dentición definitiva, sobre los 6 a 7 años de edad.ColaboraCecilia Castillofacebook Lic-Castillo-Cecilia- Jujuy 1765 4 piso Tel: 3764229954





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