Un nuevo aniversario del acto de fundación del movimiento católicto de <a href="http://www.schoenstatt.org.ar/">Schoenstatt </a>se celebra este martes en la Argentina y en todo el mundo. El 18 de octubre de 1914 en el valle de Vallendar, Alemania, el padre fundador, José Kentenich sellaba una alianza de amor con la Santísima Virgen, en la capilla de San Miguel, recién inaugurada.La plática que diera en esa oportunidad a los jóvenes seminaristas, fue reconocida por él mismo, años más tarde, como el documento de fundación del Movimiento de Schoenstatt y su testimonio es decisivo. Al comparar la historia del Santuario de Schoenstatt con la de otros lugares en los cuales también se ha manifestado la Virgen María, se constatan algunas diferencias y semejanzas, porque no es la historia de una aparición sino que se estableció en ese lugar y luego partió la devoción al mundo.Aquel 18 de octubre, el Padre Kentenich comunica a sus interlocutores "una secreta idea predilecta", un "pensamiento audaz", algo que venía rumiando hacía cierto tiempo: "¿Acaso no sería posible que la Capillita de nuestra Congregación al mismo tiempo llegue a ser nuestro Tabor, donde se manifieste la gloria de María?". Finalmente se convirtió en un santuario que se replicó igual en los cinco continentes, mientras que en la Argentina hay 19 distribuidos en la ciudad de Buenos Aires y en provincias, <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/134910/alumnos-se-consagran-a-nuestra-senora-de-loreto.html">también en Posadas</a>.Se dice que desde los santuarios salen tres gracias: el cobijamiento espiritual, la transformación interior y el envío apostólico.Así en la pequeña capillita de San Miguel alemana, para sus fieles la Madre de Dios erigió su trono de manera especial, "ha repartido sus tesoros, ha obrado milagros de gracia".La fecundidad del árbol se percibe en los frutos: José Engling, uno de los primeros congregantes marianos de Schoenstatt, ofrece su vida a la Virgen por los fines del movimiento y cae en el campo de batalla de Cambrai, el 4 de octubre de 1918 en la Primera Guerra Mundial.Desde aquellos lejanos días hasta el presente, muchos héroes han surgido de las filas de Schoenstatt y con sus vidas han dado testimonio de una seria aspiración a la santidad.Algunos nombres: Max Brunner y Hans Wormer, Karl Leisner, Julio Steinkaul, el Padre Franz Reinisch, la Hermana María Emilie Engel, María Laufenberg, Mario Hiriart, la Hermana Emmanuele, monseñor Enrique Tenhumberg y muchos otros y en primer lugar, la vida heroica del Padre Kentenich. El pequeño Santuario de Schoenstatt, se ha multiplicado a lo largo y a lo ancho del mundo, a través de los Santuarios "filiales", el primero fue erigido en Nueva Helvecia, Uruguay y se dice que desde ellos María quiere manifestarse como Madre y Educadora, pero con la cooperación humana, como expresa el lema: "Madre, nada sin ti; nada sin nosotros".Fuente: Agencia de Noticias NA





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