Martínez contó a PRIMERA EDICIÓN que llamaron para que la recogiera. Él no conocía la historia detrás del animal "y cuando me mandaron la foto me di cuenta que no era una yarará, como me habían dicho, sino una ñacaniná de campo, que había mucho en esta zona, pero yo hace cinco años aproximadamente que no veía una", indicó. Así que, a pesar de <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/231951/enojada-con-su-companera-de-oficina-le-dejo-una-yarara-en-el-escrito.html">la triste historia detrás de esta víbora</a>, tendrá un buen final porque "yo tengo un macho de esta especie y es a es una hembra, y justo estamos en época de apareamiento, así que veremos si podemos hacer que se reproduzcan para no perder la especie, es muy nuestra y después la largamos", indicó.





Discussion about this post