Hoy en día, en nuestro Sistema Educativo, se habla de Integración Escolar de niños con discapacidad o con Dificultades de Aprendizaje Especificas en relación a la incorporación de estos alumnos a las escuelas “comunes” en las que puedan compartir con otros niños que no necesariamente presenten alguna dificultad en relación al aprendizaje.“La integración escolar es una estrategia educativa valiosa, que da respuesta a las necesidades educativas de sujetos con discapacidad, que si bien tiene pocos años de desarrollo se ha ido instalando de manera significativa en las escuelas. Las experiencias de integración en las escuelas, no sólo abrieron un debate acerca del derecho a la educación de las personas con discapacidad sino también respecto del sentido y lugar de la educación especial. Debate y discusión que, también involucra a la escuela común, y que lejos de llegar a su fin, se sostiene y reabre, permanentemente, en todo el ámbito educativo. Es una estrategia educativa donde un sujeto con discapacidad participa de una experiencia de aprendizaje, en el ámbito de la escuela común. Esto implica la apertura de un espacio educativo donde el sujeto pueda -desde sus posibilidades y con sus limitaciones- construir sus aprendizajes. Es un espacio posible en tanto la escuela pueda aceptar las diferencias y reconocer en la heterogeneidad la mejor condición para el intercambio y el aprendizaje. La integración escolar no es uniforme, no hay una sola forma de integración”.Para el desarrollo y sostenimiento de las distintas estrategias se requiere de determinados recursos, condiciones y formas organizativas hacia adentro de las instituciones educativas. Estos aspectos, vinculados al aprendizaje y a la enseñanza, son de fundamental importancia; cuando las condiciones materiales son insuficientes o inadecuadas y/o el contexto es adverso, difícilmente la integración escolar pueda afianzarse como estrategia. La integración escolar es siempre un proceso conflictivo, porque en su definición y desarrollo participan distintos actores sociales -sujetos e instituciones-, donde cada uno se encuentra con los otros desde su historia, su marco teórico referencial, su mirada e interés. Un documento de CETERA habla claramente sobre esta “construcción colectiva”, que implica una relación y articulación -entre la familia, la escuela especial, la escuela común y otras instituciones o profesionales externos-, la que debe estar sometida permanentemente al análisis, la reflexión y el cuestionamiento. ¿Es lo mismo Integración que Inclusión?No. Absolutamente no. La “integración escolar” es una estrategia educativa dirigida a sujetos en situación de discapacidad o con alteraciones en su desarrollo. La “inclusión educativa” es para todos. Es un derecho de todos los sujetos, tengan o no discapacidad. Algo importante: “No alcanza con estar dentro de la escuela para Aprender”. El sujeto integrado debe contar con los apoyos que necesita y la Integración escolar para sostenerse como estrategia educativa, requiere de condiciones y de recursos. Estos aspectos, vinculados al aprendizaje y a la enseñanza, son de fundamental importancia, porque responden a la necesidad del sujeto y hacen al contexto donde se desarrolla la integración. Sin la definición y concreción de estas condiciones, difícilmente la integración escolar podrá afianzarse como estrategia. Estamos en tiempos donde la educación y la escuela están transitando un proceso de re-conceptualización; donde se producen discusiones apasionadas, que muchas veces se expresan en términos de defensas y ataques, quedando, a veces, en un segundo plano los sujetos y sus derechos. Si bien la integración ya está instalada como propuesta educativa, todavía persisten aquellas dificultades específicas, que se observaron en el comienzo de su implementación: – La ausencia de la Integración escolar como un contenido específico dentro de la formación docente en los profesorados para los distintos niveles y modalidades del sistema educativo. – La falta de actualización pedagógica y capacitación de los docentes de educación común y de educación especial, para abordar la enseñanza de niñas, niños, adolescentes y jóvenes con alguna discapacidad. – La falta de Maestras/os Integradoras/es en las plantas docentes de las escuelas especiales, para garantizar la atención de todos los sujetos que requieren un proyecto de integración escolar. – La insuficiencia de equipos técnico-docente interdisciplinarios para apoyar la integración. – Una organización escolar rígida, que no contempla la posibilidad de que los sujetos puedan realizar distintos recorridos y trayectos educativos escolares. – La indefinición de formas organizativas del trabajo docente que favorezcan la existencia de tiempos y espacios de trabajo colectivo e interdisciplinario. – La falta de articulación entre niveles y modalidades del sistema educativo, fundamentalmente en los niveles superiores del sistema.Lo más común es que en una escuela los chicos tengan una serie de necesidades educativas comunes y que algunos tengan alguna necesidad individual que el docente del grado resolverá con una explicación en el recreo o una ejercitación extra. En el caso de los niños con Necesidades Educativas Especificas, hace falta (no siempre) incorporar la figura del “maestro integrador”, un adulto especializado que disponga de los recursos que el maestro común no maneja y que pueda acompañar al niño en el aprendizaje de los contenidos y en el aprendizaje de los vínculos.Por lo general, los chicos con NEE trabajan con un currículo adecuado a sus posibilidades que se redacta en equipo, entre el maestro del grado, el docente integrador y los distintos especialistas que estén atendiendo al alumno.Pero una integración escolar no está completa si sólo se da con la presencia del niño en el grupo, cumpliendo con las actividades del grado –adaptadas o no-, sino que requiere un trabajo de maestros, directivos y especialistas para que esa integración se dé también a nivel social, dentro y fuera de la escuela: es esperable que el niño integrado sea invitado a los cumpleaños y salga de excursión con sus compañeros, siempre y cuando su situación particular se lo permita.En el momento de decidir una integración escolar hay que tener en cuenta que todos los colegios tienen la obligación de recibir a los alumnos con capacidades diferentes que deseen inscribirse, aunque como padres no se puede dejar de reconocer que no es lo mismo llevar a un hijo a una escuela que lo aceptó “porque estaba obligada” que a otra que se comprometió en un proyecto de trabajo y acompañamiento de ese chico.Los maestros deberán trabajar, así, con el niño integrado y su familia y con el grupo de pares y de padres, para que el vínculo resulte positivo para ambas partes: la capacidad de reconocer y aprender a convivir con las diferencias, la solidaridad y la tolerancia son algunos de los valores que se ponen en juego en ese momento y que se trabajan a largo plazo, porque la experiencia de compartir desde pequeños con compañeros con distintas ne
cesidades produce adultos que se relacionan de otra manera con las personas que tienen necesidades especiales.La integración escolar es el proceso mediante el cual se favorece la inclusión e interacción de niños y o jóvenes en un espacio de escolaridad común, respetando tiempos personales, potencial y necesidades individuales.Colaboración: Myrian Mabel Báez Lic. en Psicopedagogí[email protected]





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