Cuando todos los límites parecen haber sido superados, la realidad demuestra una vez más la peor de sus caras. Una abuela de 67 años que sufre retraso madurativo fue golpeada, maniatada y violada por tres delincuentes que la sorprendieron en su casa del “Kilómetro 9” de Oberá. Los ladrones provocaron semejante tortura para llevarse un horno eléctrico y una linterna.Apenas minutos más tarde, a metros de la escena, uno de los presuntos autores fue detenido gracias al rápido accionar de efectivos de la comisaría seccional Segunda y de la Patrulla Motorizada del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional II. El sospechoso tiene 25 años e intentaba esconderse en una zona de monte. En su poder tenía el horno eléctrico sustraído a la anciana.Aunque fuera de peligro, la víctima permanecía internada el viernes por la noche en el Hospital Samic de Oberá en razón de las graves lesiones que sufrió. Además, en ese lugar recibió el tratamiento especial reservado para víctimas de delitos sexuales.Fuentes de la investigación contaron a PRIMERA?EDICIÓN que el dramático hecho tuvo lugar durante los últimos minutos del jueves pasado en una zona semiurbana ubicada a las afueras de Oberá, sobre la exruta nacional 14 y a pocos metros del trazado actual.De la reconstrucción de los investigadores surge que la víctima descansaba cuando los malandras forzaron la ventana delantera del inmueble. Enseguida fueron hasta la habitación en la que se encontraba la dueña de casa, que no era consciente del calvario al que iba a ser sometida.Ni compasión, ni misericordia. Los ladrones no mostraron un solo gramo de piedad. A golpes de puño y patadas redujeron a la mujer, a quien luego maniataron, siempre bajo amenazas con un cuchillo. Los detectives creen que mientras dos de los intrusos recorrían la casa en busca de dinero y elementos de valor, el tercero se ensañó con la víctima, a la que continuó golpeando y luego abuso sexualmente. Fue una pesadilla.Una vez que confirmaron que en la casa no había grande sumas de dinero ni objetos de mayor valor, tomaron un horno eléctrico y una linterna. Con ese botín escaparon en la oscuridad.Pese a la discapacidad que sufre y a los tormentos provocados, la mujer mostró una entereza increíble, salió de casa y fue en busca de las autoridades. Alrededor de las 00.10 se topó con una patrulla de la Policía provincial. Pese al estado de shock, alcanzó a explicar parte de lo que había sucedido, aunque la violación fue confirmada luego por los médicos.Más tarde, en el centro asistencial, el diagnóstico inicial reflejó la crudeza del ataque. La víctima presentó hematomas múltiples con escoriaciones en rostro, cuello, tórax, abdomen y brazos, además de un corte en la frente. Por eso quedó internada bajo observación, afortunadamente fuera de peligro.Ante la situación, desde la UR-II se montó un operativo que arrojó resultados positivos a los pocos minutos. A menos de 50 metros de la vivienda donde todo ocurrió, en un sector de malezas, los policías detuvieron a un joven de 25 años vinculado al hecho que escondía un horno eléctrico. En principio, ese artefacto sería el sustraído a la víctima.El presunto autor quedó tras las rejas a disposición del magistrado Horacio Heriberto Alarcón, titular del?Juzgado de Instrucción 2 de la Segunda Circunscripción Judicial. En las próximas horas, será indagado por el dramático hecho que conmueve a Oberá y la zona.





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