Una cita con el buen gusto y ese ritmo 2×4 que llega al corazón, es la propuesta que trajeron desde Santa Fe el dúo Daniela Romano y Mauricio Pitich, junto al anfitrión de la velada el músicos Jorge “Tano” Fiorio. El viernes brindaron la primera presentación en Marandú, y hoy repetirán la experiencia en Quiroga Bar de Eldorado. Con una exquisita voz Daniela imprime todo su encanto, pintando paisajes con melodías de todos los tiempos. Muy bien acompañada por Mauricio que empuñando su guitarra criolla invitan al disfrute musical.Previo a sus presentaciones en una charla con PRIMERA EDICIÓN contaron que la formación de dúo se produjo a principios del año 2015. Éste surge con la idea de recrear al cantor de tango junto al acompañamiento de la guitarra criolla. Con el tiempo el panorama se amplía hacia otros géneros populares como el folclore y el rock nacional argentino, la música brasilera y el jazz.“Llegué al ‘Tano’ por un encuentro de tango en Avellaneda y hace tres años estuve en el encuentro que se organizó acá en Misiones, quedé encantada y regresar ahora me motivó mucho más”, contó la profesora de canto egresada del Instituto Superior de Música, Daniela Romano. “A principio de año grabamos nuestro primer trabajo discográfico y la idea es sacarlo a girar por todo el país”, contó al remarcar que el canto lo lleva en la sangre ya que su familia es musical teniendo el bagaje de su abuelo que fue director de tango y el padre rockero. Mientras que Mauricio Pitich tuvo la oportunidad de grabar su primer trabajo discográfico solista, integró también un quinteto, estudió guitarra clásica con Eduardo Isaac, Néstor Ausqui y Osvaldo Muñoz; guitarra jazz con Ángel “Cacho” Hussein y Sebastián López; guitarra tango con César Angeleri. “Tengo poca herencia musical por parte de mi familia, pero me crié escuchando música por medio de los discos”, destacó este amante de la música que hacía el recordado artista misionero Horacio Castillo, “hice un estudio muy grande de él y transcribí muchas músicas de sus discos”, contó con mucho orgullo y lleno de nostalgia al estar recorriendo la historia de Castillo.





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