Se sumó la segunda denuncia por abuso sexual contra un portero de la escuela primaria Inmaculada Concepción, donde las víctimas son pequeños que asisten a la salita de cuatro años del turno mañana, según fuentes del caso. En el marco de la investigación se supo que la Justicia ordenó Cámara Gesell para ambos chicos, entre otras medidas que se conocerán en las próximas horas. Mientras tanto, el martes por la tarde en la zona de la Costanera se concretó una reunión entre unos treinta padres de alumnos de dicho establecimiento educativo. En la oportunidad estuvieron presentes dos abogados, quienes asesoraron a los progenitores y anunciaron que se constituirán en querellantes en la causa. Los presentes resolvieron, entre otras cosas, mantener una nueva reunión con directivos de la citada escuela.Con respecto al primer encuentro entre padres y docentes (que también se llevó a cabo el martes), se supo que hubo disconformidad generalizada entre los padres por la escasa y casi nula información y respuestas que brindaron los responsables de la escuela ubicada en la intersección de la calle San Marcos y la avenida Cabred de esta capital. El caso, tal como publicó en forma exclusiva PRIMERA EDICIÓN, salió a luz el pasado 22 de septiembre con la denuncia de la madre de uno de los menores, en tanto que el domingo último fue radicada la segunda presentación penal, siempre contra el portero de dicha institución educativa y ante la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional I, que investiga el hecho. Confusión y muchos temoresDurante la reunión entre los padres se determinó que ambas denunciantes, quienes estuvieron presentes, coinciden en que sus hijos les relataron que fueron manoseados en el baño de varones por un individuo adulto, e incluso dijeron cómo era su nombre de pila, pero surge la duda en virtud de que los dos hombres que cumplen ese servicio en la escuela tienen el mismo primer nombre. Por lo pronto, el presunto autor habría sido separado de su cargo preventivamente.Luego algunos progenitores instaron a otros a que dialoguen con sus hijos para saber si no fueron víctimas de los mismos vejámenes, y de ser así, que radiquen la denuncia ante la Policía. Seguidamente las madres que se presentaron ante las autoridades contaron que ya sacaron a sus hijos de la escuela y que los chicos sufrieron daño psicológico. Otros presentes repudiaron además que desde la escuela les habrían dicho que los hechos eran externos al establecimiento y que los casos podrían haber surgido en el seno familiar, derivando las sospechas sobre quienes denunciaron y tratando de desligarse de la situación.





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