Con un mecanismo idéntico al de los airbag de un auto, “Hövding” tiene sensores avanzados y se infla con helio en menos de 0,1 segundos alrededor de la cabeza para protegerla junto al cuello en caso de un impacto. Al inflarse cubre un área más grande que la que protege un casco convencional. Además de ser el primero, resalta por su diseño innovador: su forma es circular y el viajante lo lleva como un collar ligero alrededor de su cuello. Su diseño ergonómico distribuye de manera uniforme el peso sobre los hombros. Está realizado en una tela de nylon impermeable y ultra-resistente; capaz de conservarse en caso de rozar con el asfalto. Además, está equipado con un dispositivo de caja de negra capaz de registrar diez segundos de datos del movimiento del ciclista. Para que a nadie se rehúse a utilizarlo por una cuestión estética, como en muchos casos sucede con los cascos, posee una cubierta con distintos diseños. Además- publica Bioguia- funciona con una batería que puede cargarse fácilmente con un cable USB o cargador de un celular ; pudiendo alcanzar 9 horas de pedaleo sin carga.





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