La polémica que rodea a los casos policiales más graves es prácticamente inevitable. ¿Son los detenidos los verdaderos autores del hecho? Y si no lo son, ¿acaso los asesinos caminan libres entre nosotros? Las preguntas siempre son las mismas, pero no las respuestas. Al menos hasta ahora, para la Justicia los responsables del cuádruple crimen de la familia Knack son Marcial Venicio Alegre (53), Juan?Ramón Godoy (46) y Pablo Julio Paz (53), detenidos y con casi los dos pies en el banquillo de los acusados.Sin embargo, en la vereda de enfrente, el experimentado letrado Eduardo Paredes afirma que la investigación por el dramático hecho tiene errores insalvables. Y más. “El camino del expediente Knack tarde o temprano es la nulidad”, afirma ante PRIMERA?EDICIÓN uno de los referentes del “Proyecto Inocencia” en Misiones, quien meses atrás asumió la defensa de Paz y asegura tener elementos para demostrar su inocencia.“Es gravísimo que haya tres inocentes detenidos, pero más grave aún es que este caso va a quedar impune”, opina con firmeza el especialista en leyes, quien cuestionó la construcción de la hipótesis que llevó a los tres detenidos desde el minuto cero.Vale recordar que Oscar Knack?(43), Graciela Mojfiuk (42) y dos de sus hijos, Cristian (25) y Bianca (12), perdieron la vida después de que el domingo 25 de mayo de 2014 fueran rociados con combustible y prendidos fuego vivos por un grupo de delincuentes que escapó con 460 mil pesos de la casa familiar emplazada sobre el kilómetro 7 de la ruta provincial 5, en Panambí.Del expediente surge que uno de los primeros indicios que llevaron a los detectives hacia Alegre, Paz y Godoy fue una llamada anónima realizada desde un telecentro de Alem. “¿Alguien puede creer que todo se inició con una llamada anónima? Cuando todo se inicia así, el aparato judicial debe tener mucho cuidado en relación a la validez de todo el procedimiento”, opinó Paredes, quien argumentó que “resulta inverosímil que con ese dato detengan a tres personas y, desde ahí, descarten cualquier otro tipo de hipótesis. Lo que hicieron después fue reforzar esa línea teórica, con la aparición de una ‘media huella’ dactilar y el hallazgo de material genético. Pero eso, con aquel comienzo de la llamada, hace que todo quede puesto en duda”. El defensor de Paz hace referencia al hallazgo de ADN de su defendido en una gorra que habrían dejado caer los ladrones en la casa de Panambí. “El ADN y esa ‘media huella’ aparecen mucho tiempo después, ya con ellos detenidos, con lo cual se pone en duda el modo en que eso llegó a ese lugar, porque lo raro es que se encuentra en esa tela ADN de Paz y cuatro pelos de Godoy, pero no había ADN?de Godoy”, sintetizó Paredes, quien a la vez enfatizó: “Independientemente de todo esto, la prueba de ADN tiene valor si se ubica a los autores en el lugar del hecho”.En ese sentido, Paredes señaló que la presunta identificación de su cliente por parte de Cristian Knack, horas antes de morir, carece de fuerza probatoria. “Los tres detenidos son ubicados en el lugar gracias a esa declaración de la víctima, que señala a un prefecturiano que tenía un camión vaquero rojo y que siempre iba a comprar madera. Paz nunca tuvo un camión y jamás compró madera”, indicó el abogado. “Para la Justicia, está probado que los tres detenidos estaban en un VW?Bora por lo que cuenta Cristian Knack, pero esto para nosotros está refutado, porque en sede policial declararon dos jóvenes que a bordo de un VW?Bora fueron de los primeros en llegar a la escena e incluso se detuvieron para ayudar a esa víctima, pero ésta los quedó mirando sin decir una palabra y luego se fue. El testimonio de estos dos jóvenes del Bora nunca se judicializó”, dijo Paredes, para quien, entonces, “se omitió investigar los dichos de estos testigos porque refutan o destruyen la hipótesis acusatoria ‘oficial’”.En síntesis, Paredes sostiene que, desde su postura, el expediente Knack “demuestra la necesidad política de resolver un caso. Y ese es un problema que no sólo se ve acá, sino en todo el mundo. Las policías buscan culpables, no reconstruir un hecho. Eso es lo grave. Por eso este tipo de casos deben ser repensados política e institucionalmente”, cerró.Camino al juicioLa semana pasada la Cámara de Apelaciones rechazó las apelaciones de los defensores de los imputados. La causa fue remitida al Juzgado de San Vicente, desde donde será elevada a juicio. “Queremos que el debate salga cuanto antes, y vamos a pedir veedores para que se observe el modo en que se juzga la producción de la prueba”, dijo Paredes.





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