Los amigos imaginarios son un tema muy curioso e inclusive suele asustar a muchos padres. Algunos creen que no es sano para los niños crear a estos personajes. Entre los 3 y 6 años la imaginación está en pleno apogeo y con los juegos de fantasía se desarrolla la creatividad y la inteligencia. Al construirse un mundo imaginario, el niño aprende a definir los límites entre la realidad y la imaginación. Además, afronta sus impulsos negativos (miedo, odio, celos y mentiras) que atribuye a su amigo imaginario mientras él asume el papel del “bueno”. Es muy importante saber cómo reaccionar ante estos amigos imaginarios, aunque a un padre le asuste de repente ver a su hijo hablando con alguien invisible o que llegue a contarle cosas sobre él, éste debe reaccionar con tranquilidad, inclusive es muy recomendable que anime a su hijo a conversar y preguntarle sobre la historia de su nuevo amigo. Observar la relación y revisar que tu hijo no tenga miedo porque es mediante esta relación que tu niño se siente seguro y expresa sus inseguridades. Cuando se trata de un amigo imaginario que tiene características que no son del niño sino de algún familiar o persona cercana también hay que poner atención porque puede simbolizar algo más. Igualmente es vital que los padres se aseguren de que el niño no se aísle de la familia o de otros niños para estar sólo con su amigo imaginario, porque entonces seria adecuado acudir a un especialista. Lo importante es no asustarse sino acercarse con comprensión a los niños.¿Cuándo el amigo imaginario se convierte en una preocupación?Cuando los niños se adentran en este mundo de fantasía e imaginación, los padres solo tendrán razones para preocuparse si su hijo se agarra al amigo imaginario a tal punto que le impida cumplir con sus tareas y compromisos cotidianos, o que vean que su hijo ya no desea tener amigos reales para jugar y relacionarse. Además, si notan que el hijo se ha vuelto retraído o ha adquirido comportamiento agresivo a causa de un amigo imaginario violento, deberán buscar ayuda y apoyo de un especialista. Situaciones como esas podrían generar otros problemas.Por lo demás, no existen razones para alarmarse. El niño no sufre problemas mentales, ni vive situaciones sobrenaturales. El niño está sano. Del mismo modo en que llegan los amigos imaginarios se van y desaparecen con el tiempo. Es una etapa que suele finalizar a los 7 u 8 años de edad, cuando el niño tenga desarrolladas las funciones del lenguaje, de la lógica, memoria e inteligencia.Colabora: Cecilia CastilloFacebook: Lic-Castillo-Cecilia-Jujuy 1765 4 piso 3764 229954





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