Los vecinos del tradicional barrio Bajada Vieja y miembros de la asociación “Convivium Posadas de Slow Food” invitan a participar del tradición encuentro para recibir al "Karaí Octubre" con una gran cena con la degustación del Yopará y espectáculos musicales.El encuentro se realiza el sábado por la noche en la plaza el Mensú, aunque los vecinos invitaron a los que quieran participar de la elaboración del tradicional plato a partir de las 16.Esta va a ser la cuarta celebración para recibir al “Karaí” octubre, que el año pasado tuvo la participación de más de 500 personas quienes con platos y cubiertos se acercaron para disfrutar de la celebración para recibir al mes de octubre de la mejor manera. En este sentido, Andrea Núñez una de las integrantes de Posadas de Slow Food comentó que la asociación hace cuatro año que colabora con esta fiesta para resaltar en valor de esa costumbre y la elaboración del tradicional plato “es una organización mundial que busca una alimentación mundial que sea buena limpia y con gusto, que la comida vuelva a tener gusto, que sea limpio con el medio ambiente y que tenga el precio justo de acercar al productor con el consumidor”.En este sentido, una de las vecinas y organizadora Doña Pomposa Amarilla de Valdez invitó a todas las personas que se acerquen con sus platos, cubiertos y sillas para disfrutar del tradicional encuentro “la gente colabora y recibe la comida gratis y en abundancia, que no es para llevar en ollas, sino es para saborear en el lugar, pasar armoniosamente, compartir en ese momento”. Una tradición que comenzó en los hogares y hoy se convirtió en una de los encuentros sociales más concurridos del barrio. Leyenda de "Karaí Octubre"El "Karaí Octubre" es un personaje mitológico de la región que representa a la pobreza, la miseria, las penurias. Se le ahuyenta solamente con una olla repleta de comida. Si no encuentra suficiente, se queda con esa familia para todo el año y, además de los rebencazos, la miseria les acompañará por todo el año, con sus nefastas consecuencias. De ahí que en todas las casas, cada primero de octubre, no falte el puchero bien servido. De esa forma la conciencia de toda la familia quedará tranquila por el resto del año. En cambio aquellos que se resistan y mezquinen la comida de ese día tendrán que convivir con el hambre por el resto del año. Esta tradición enseña al campesino a prever el alimento para los suyos durante los meses de “vacas flacas”, época que se inicia en octubre y que abarca los últimos meses del año.





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