La comunidad de El Soberbio y de toda la región está preocupada. El recuerdo de la inundación del 2014 aterra a los lugareños. Pero también la posibilidad de perder el recurso natural más maravilloso que poseen: los Saltos del Moconá.Empresarios, vecinos, políticos y referentes de la zona realizaron varias reuniones en los últimos meses. No existe otro lugar similar en el mundo y por eso, la preocupación de la comunidad es por cuidarlo, preservarlo y mejorarlo.El paseo por los saltos y su explotación turística depende de varios factores, como las lluvias. En efecto, el año pasado hubo lluvias récords, entre tres y cuatro veces por encima de los valores promedio, lo que aumentó el nivel del río Uruguay y tapó la cascada durante varios días.Pero un factor humano le agregó a los operadores turísticos un obstáculo todavía mayor a su actividad: la represa de Foz Chapecó, ubicada aguas arriba, a unos 80 kilómetros de la frontera, sobre el río Uruguay, en territorio brasileño de Río Grande do Sul. Su primera unidad generadora fue inaugurada en octubre de 2010 y el 12 de marzo del año siguiente comenzó a operar en su totalidad. Doce horas después de que sus compuertas se abren, el agua llega en gran volumen a los Saltos de Moconá, lo que afecta su altura y visibilidad. Y si llueve, directamente los tapa. Aumentos significativos La represa regula el nivel del agua y en los últimos años ha incrementado su producción para responder a la demanda energética de la ciudad, causando variaciones abruptas en el nivel del río, y por lo tanto en la visibilidad y navegabilidad de los saltos.En el último año, aumentó significativamente la cantidad de días en que el agua tapó los saltos, volviendo inviable la explotación turística del lugar.Francisco Presa Campos, propietario de Yacaratiá Lodge y presidente de la Asociación Turismo Alto Uruguay (Atum), dialogó con PRIMERA EDICIÓN y explicó que “contamos con el apoyo del Ministerio de Turismo de Misiones, tuvimos una reunión con funcionarios del Ministerio de Turismo de la Nación, a los que le planteamos nuestra preocupación y nos manifestaron que verán la forma de plantearlo”.“El lugar es único en el mundo, tenemos la reserva de Yabotí, la reserva de Yucumá en el lado brasileño, esta falla geológica del río que es única en el mundo; entonces creemos que debemos hacer todo lo que esté al alcance para cuidar este lugar”, explicó Presa Campos.“Estamos todos muy preocupados porque el impacto es social, económico y turístico”, señaló. El empresario aclaró cuál es la preocupación y el daño que causa esta situación: “La represa nos afecta porque nos quita previsibilidad. El sector turístico es un rubro que necesita previsibilidad porque los turistas reservan su visita en forma anticipada. Un turista que viene a visitar las Cataratas de Iguazú sabe perfectamente que las va a encontrar con mucha o poca agua pero las va a encontrar. El problema que se genera en el Moconá es que cuando viene demasiada agua los saltos se tapan, se pierden”.Presa Campos agregó que “estamos viendo que han ajustado el rendimiento de la represa, sujeto a su demanda de energía, tratando de obtener la mayor producción y eso nos afecta. Si los turistas vienen y empiezan a encontrar el salto tapado, nos arruina el atractivo. Nosotros trabajamos con previsibilidad y necesitamos darle al turista lo que viene a buscar”.Consensuar un nivel que no tape los saltos En concreto, el pedido que pretenden hacer llegar a las autoridades de la represa apunta a “consensuar un nivel de actividad de la represa, que sea permanente y permita a los operadores tener previsibilidad”. Y el pedido es lógico porque también afecta a los empresarios turísticos brasileños, tanto es así que el planteo de los misioneros fue acompañado por empresarios del Brasil que también se encuentran preocupados por la situación.“Antes de que se instalara la represa el avistaje era más normal. Ahora capaz tenés cinco metros de saltos y de repente, en dos o tres horas, te quedan dos metros”, explicó el intendente de El Soberbio, Roque Soboczinski.Las autoridades locales y los emprendedores turísticos coinciden en que el Gobierno debería coordinar con el Ejecutivo brasileño para que la represa trabaje de manera tal que los saltos puedan ser visitados durante el día. “Queremos que nos dejen trabajar entre las 8 de la mañana y las 16 horas”, explicó el intendente Soboczinski.Nadie se quedará de brazos cruzados Los operadores no piensan quedarse de brazos cruzados. Una comitiva misionera viajó a la ciudad de Três Passos, en el vecino estado de Río Grande do Sul, donde se acordó preparar un proyecto para presentárselo a los diputados nacionales de Río Grande do Sul y al Ministerio de Energía brasileño con el fin de regular la generación de energía en la represa para que no ahogue las cascadas y el turismo aguas abajo.Por otra parte, también se analiza la posibilidad de acudir a la Justicia para pedir una indemnización por los días en los que la represa no permite trabajar, ya que creen que cualquier estudio probaría que el problema no son las lluvias sino la represa. La Asociación Civil de Turismo del Alto Uruguay, que preside Presa Campos, presentó 15 puntos con los que espera que el gobierno nacional impulse el turismo en la zona, elegida recientemente como uno de los cinco destinos no tradicionales a promocionar. Uno de los reclamos fue, justamente, solucionar el conflicto por Foz de Chapecó.El director de Turismo de El Soberbio, Fabián Dahmer, también opinó al respecto y señaló que en el último verano el salto tuvo pocos días de esplendor. Cree que la represa modificó el régimen del río pasando de operar en horarios establecidos a activarse a máxima potencia de manera automática para atender picos de demanda energética. Si la situación se mantiene, hay más de 50 emprendimientos turísticos y unas 400 familias que viven del turismo, que corren riesgo de perder sus esquemas productivos de ingresos económicos. La preocupación es tan grande que varios legisladores nacionales han presentado proyectos solicitando a la Embajada de Brasil que interceda y se llegue a un acuerdo estableciendo horarios de producción que no afecten el mayor atractivo económico de la zona. Hasta ahora todos los pedidos no han recibido respuesta favorable.





Discussion about this post