Continuamos con la transcripción de una parte del material que nos envió el doctor Eneko Landaburu, de Leandro N. Alem (Mnes.), que resulta un compendio de sabiduría con toda su experiencia como seguidor de la corriente Higienista Vitalista:“Cuando una persona quiere resolver un problema de salud, mejor que ‘injerencias extranjeras’, debe aprender a satisfacer lo mejor posible las necesidades corporales, para que el mismo organismo haga su trabajo de recuperación de la salud.El bienestar de tu cuerpo depende de muchos factores: la alimentación, el ejercicio vigoroso regular, el descanso (el sueño nocturno y la siesta), el aire puro, los rayos solares, el contacto con la naturaleza, el bienestar mental, la calidad del medioambiente, el orden social local e internacional…En caso de una crisis aguda, cuanto más se descanse, mejor. El descanso total de todas las funciones corporales consiste en: no consumir nada excepto algo de agua si hay sed (descanso digestivo); posición horizontal, o con los pies un poco elevados (descanso muscular y de la circulación sanguínea); oscuridad y silencio, si no lo hay en el ambiente taparse los ojos y los oídos (descanso sensorial); temperatura cálida, si las extremidades están frías abrigarlas; pies calientes, cabeza fresca (descanso térmico); evitar la contaminación electromagnética: ropa sintética, radiodespertador y otros electrodomésticos. Hay formas intermedias de dar descanso al cuerpo para favorecer su curación: acostarse más temprano, echarse siestas, evitar las actividades que se puedan, saltarse alguna comida, comer solo fruta…Cuando se padece algún malestar, el cuerpo necesita más dormir que comer. En situaciones de malestares viejos y crónicos más que de remedios milagrosos estamos necesitados de Aprender a Vivir Mejor, Aprender a tratarnos mejor. Si somos humildes y sincer@s reconoceremos que aún nos queda mucho por mejorar el “arte de vivir”. Hazte un eterno aprendiz autodidacta.Ayunar es lo más natural del mundo. Muchos seres vivos lo hacen en la naturaleza de forma regular. El ser humano lo practicó en sus orígenes cuando éramos nómadas recolectores y cazadores (la mayor parte de la historia humana). Estamos diseñados para alimentarnos de las reservas para cuando no hay alimentos en la naturaleza. El cuerpo humano puede adquirir sus sustancias nutritivas del exterior a través de la comida, pero también del interior, de sus reservas. Cuando hay malestares y sobre todo no hay apetito, el cuerpo te está indicando que prefiere alimentarse de las reservas, ya que así ahorra la energía que se gasta en la digestión y la puede dedicar a la curación. Por las noches, cuando dormimos, pasamos muchas horas sin comer. Si cenamos dos horas antes de acostarnos y retrasamos el desayuno a dos horas después de levantarnos, es una forma de ayunar doce horas diarias y potenciar la autocuración. Mejor aún si la cena y el desayuno es a base de fruta fresca, que apenas dan trabajo digestivo”.Colabora: Hilda GonzalezExperta en Cocina [email protected]





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