¡Que los cumplas feliz! la aprendimos desde bien pequeños y la cantamos en nuestros cumpleaños y en los de nuestros familiares y amigos. Es la canción más conocida y cantada de cuantas existan. Además de las tradicionales canciones existe la creencia de que si el cumpleañero consigue apagar todas las velas con solo un soplido, su deseo se hace realidad.Castillos inflables, camas elásticas, tortas que tienen tanto trabajo que da pena partirlas, cupcakes, spa, peluquerías, princesas o ponys. La mesa con snacks y globos, y los juegos caseros como “póngale la cola al burro”, ya no bastan para celebrar a los preescolares y escolares. Hoy se necesita espacio, producción, tiempo… y dinero.El negocio de los cumpleaños infantiles ha crecido en la última década y hay ofertas cada vez más completas y -como consecuencia-, los niños también esperan más. Primero está el tema del lugar para lo que existen dos grandes opciones: hacerlo en la casa o buscar un lugar afuera. En el caso de los más chicos se recomienda invitar a todos los compañeros para que nadie se sienta excluido. La segunda opción más cómoda es hacerlo en un local. Se lleva a los niños y a las dos o tres horas, los padres salen con la criatura arrastrando una bolsa llena de regalos, aliviados y felices de haber sobrevivido una vez más al cumpleaños de su propio hijo sin tener además que barrer floreros rotos, sacar suciedad del sofá ni huellas digitales de chocolate de los vidrios. Tradicionalmente, los clubes ofrecen este espacio, pero sólo para sus socios.Pero ¿qué hay detrás?, ¿qué motiva a estas familias a gastarse 10 mil pesos o invertir semanas diseñando el cumpleaños numero 6 o “X” de su hija?No hay que olvidar que detrás del énfasis en los cumpleaños hay amor. Los padres quieren mucho a sus niños y quieren demostrárselo a ellos y a los demás, y en la medida en que sea así, que cada uno celebre como quiera. El problema es que el cumpleaños se vuelve una exigencia y se produce una escalada de nervios o recursos. A tener en cuenta Para los niños la celebración de su cumpleaños representa además del encuentro y la reunión con sus amigos y familiares, la satisfacción de que ha cumplido un año más, y de que ahora es algo mayor. El cumpleaños los motiva, estimula su curiosidad, les hace aprender; rebosan de alegría, están felices de vivir un momento distinto y divertido. El cumpleaños es algo que tiene vida y una gran carga afectiva. Por lo tanto debe ser vivido con ilusión y alegría. El cantar, la torta, los aplausos, los regalos, las velas, los globos… son detalles que les encantan. Los hace sentir especiales y, por un día, los reyes y reinas de su fiesta. Además, también les ayuda a aumentar su autoestima y a relacionarse con otros niños.Lo más valioso de los cumpleaños tiene que ver con el significado de celebrar y en ese sentido también son instancias de aprendizaje y junto a otros valores como la familia, la amistad, el compartir, convivir, asimismo es un valor el cómo nos acercamos a los ritos, cómo aprendemos a celebrar, a pasarlo bien, qué necesitamos y qué sentido le damos. Colabora: Cecilia CastilloFacebook: Lic-Castillo-Cecilia-Jujuy 1765 4 piso 3764/ 229954





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