Durante treinta años, Antonio Kosachek trabajó en su fábrica de muebles de avenida San Martín y Santa Ana. En ese mismo predio construyó la mueblería, su casa, y poco después, su hijo edificó también la suya. El emprendimiento familiar creció junto a sus tres hijos, quienes también hallaron allí una fuente de trabajo. Toda su vida “estaba ahí”.Sin embargo, “bastaron veinte minutos para que el fuego se lleve todo y lo reduzca a cenizas. Todo nuestro esfuerzo fue destruido, nosotros estábamos descansando cuando el fuego avanzó y no nos dio tiempo a nada, corrimos a la calle y cuando miré hacia atrás vi un infierno”, relató el hombre.El miércoles cerca de las 22.30 las llamas devoraron por completo la fábrica de muebles y las dos casas de la familia Kosachek. El fuego se extendió con rapidez e incluso afectó a dos viviendas aledañas. Al lugar acudieron cinco dotaciones de Bomberos de la Policía y Bomberos Voluntarios. Pero además, los vecinos se sumaron con mangueras y baldes con agua. Durante cinco horas trabajaron intensamente hasta controlar el siniestro. Poco después y de acuerdo a las primeras pericias, el incendio se desató a raíz de un cortocircuito en un compresor. Sin embargo, se esperan nuevos resultados para determinar con exactitud las causas del hecho. “Los bomberos dicen que fue un cortocircuito pero no creemos que haya sido eso, por la manera en la que se expandió el fuego, no quiero pensar que alguna ‘mano negra’ haya actuado. Como avanzaban las llamas era como si alguien hubiese tirado nafta”, acotó Kosachek.De acuerdo al entrevistado, las pérdidas alcanzan los dos millones de pesos. El fuego arrasó con maquinarias, elementos de trabajo y materia prima, además de objetos de valor guardados en las viviendas. “En mi fábrica había máquinas y herramientas, estoy en la bancarrota, tengo 60 años y me toca empezar de vuelta”, se lamentó.Un emprendimiento familiar Cerca de las 22 del miércoles, Antonio Kosachek terminó su rutina laboral. “En el frente del predio está la mueblería, atrás está la casa y la fábrica. A esa hora yo había salido de la fábrica, antes de cerrar la puerta corté la luz y controlé como siempre, tomé los recaudos antes de ir a descansar. Veinte minutos después tuvimos que salir corriendo de la casa. La fábrica de muebles era un emprendimiento familiar, trabajamos con mis hijos y sobrinos”. La velocidad con la que se expandió el fuego obligó a la familia a salir con lo puesto. “Salí de la cama descalzo y en short, el resto perdí todo”, precisó. En un momento, uno de los hijos de Antonio regresó a la casa para rescatar algunos elementos de valor, pero las llamas lo sorprendieron y atraparon. En ese instante “mi nieto lo socorrió. Lo ayudó a romper el portón, porque no podía salir”, explicó Mercedes Smith, quien contó que en la heroica acción, el joven de 18 años se quemó una pierna.





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