Gran preocupación suscitó, según la nota principal de la edición dominical del diario PRIMERA EDICIÓN, en la industria maderera, de la construcción y el propio Gobierno provincial, la noticia de un acuerdo del Gobierno nacional con una empresa de China, por la posible compra de 5.000 casas prefabricadas que se instalarían en una semana. Estoy completamente de acuerdo con la posición de comprar a productores locales y utilizar mano de obra local, en un momento tan delicado para nuestro país y, especialmente para nuestra provincia, siendo que se encuentran disponibles recursos materiales suficientes y de buena calidad al igual que las tecnologías y la mano de obra necesarias.Pero es algo normal que en una gira comercial a nivel presidencial, se arriben a algunos acuerdos comerciales más como muestra de buena voluntad que por otra cosa, ya que si contextualizamos la noticia, ni China se va a salvar con la venta de 5.000 casas, ni mucho menos la Provincia de Buenos Aires, destino de las mismas, va a terminar con su déficit habitacional.Sólo basta con leer los dichos del Presidente del Iprodha, donde expresa datos reveladores sobre la verdadera situación de la provincia (que hasta el año pasado estaban escondidos) pues en nueve meses de gestión del nuevo Gobernador que pertenece al mismo movimiento político que el saliente y que cuenta además con casi la totalidad de los mismos colaboradores, no creo que sea posible el naufragio de toda la bonanza que nos contaban.El hecho es que Misiones posee un déficit habitacional de 105.000 viviendas que representan 400.000 personas, es decir que casi un 35% de los misioneros no tiene casa, 35 de cada 100.También expresa el titular del Iprodha, que de esas 105.000 familias alrededor de 80.000 poseen necesidades básicas insatisfechas. Resulta más que extraño pues el Indec señala que en 2010 el número de familias afectadas en la provincia por este flagelo era de 47.344. Más allá de las cifras del Indec, sobre las cuales cualquier tipo de sospechas son pocas, es más que bochornoso que después de más de 16 años de gobierno renovador y, sobre todo el último período del exgobernador Closs, donde se batieron todos los récords de recaudación en la historia de la Provincia de Misiones; sigamos con un déficit habitacional que afecta a casi el 35% de la población. Los números expresados por el titular del Iprodha, son la corroboración del despilfarro, los gastos sospechosos y muchas veces carentes de sentido, de la gestión del exmandatario.Me parece excelente que ahora las autoridades provinciales y las distintas asociaciones de productores madereros estén preocupadas por el posible acuerdo, pues saben que con China resulta muy difícil competir, pero no por eso debemos cerrarnos a la competencia. El Gobierno debe mejorar las condiciones (impuestos, luz, burocracia, etc.) y fomentar la competencia. Sin embargo nada resulta gratuito en economía, pues la recaudación récord mencionada está asociada a la mayor presión tributaria de la historia argentina. Y la provincia de Misiones hace punta, siendo una de las provincias con los impuestos provinciales más caros del país. A lo cual se le suma el alto costo de otro insumo básico para la industria, que es la electricidad y aquí también tenemos una de las más caras del país. Por si todo esto fuera poco, están las sospechas de alta corrupción en la obra pública, que no debiera extrañarnos pues era moneda corriente en el anterior gobierno nacional. A modo de ejemplo, podemos mencionar la citación al exgobernador Closs a declarar por la causa de “Sueños Compartidos”.Entonces, habrá que ver cómo enfrentar la capacidad, eficiencia, tecnología, capital y financiamiento de las empresas chinas, pues con el cóctel de altos impuestos, costo de la energía eléctrica y corrupción, seguro que no se puede dar batalla. La cuestión será si el Gobierno estará dispuesto a ocuparse de los verdaderos flagelos que encarecen las viviendas o sólo peticionará para reeditar el “Compre Argentino” de los años 70 y 80, claro que en medio de una economía completamente globalizada donde el país es un fuerte exportador de agroindustria, no creo que sirva de mucho.O será que -otra vez- el elevado costo de las viviendas lo pagará el más débil, el que no puede defenderse porque no tiene alternativa, porque lo impulsa la extrema necesidad. O sea quien no tiene y sueña con la casa propia.Por Marcelo GentiliContador Público





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