La Cámara de Empresarios Misioneros del Autotransporte de Cargas (Cemac) expresó su preocupación por la “situación muy crítica” por la que atraviesa el sector e inició una serie de conversaciones con distintas entidades de la economía provincial a los efectos de alcanzar una salida a corto y mediano plazo que les permita seguir desarrollándose en la actividad.En ese contexto, las autoridades de la Cemac se reunieron con los directivos de los bancos Macro y del Nación -además recibieron el apoyo del Banco Patagonia- con la finalidad de gestionar “capital de trabajo” de las entidades bancarias para afrontar las erogaciones que demandan los costos estructurales de las empresas.Asimismo, la entidad que nuclea a los transportistas de cargas de Misiones solicitaron una audiencia con el Gobernador de la provincia, Hugo Passalacqua, para explicitarle el complejo momento por el que está atravesando el rubro, atento a “la merma del 40% de las cargas que se ha registrado en los últimos meses”; y por ende los “despidos de personal que se advierte en algunas empresas” como consecuencia del delicado momento económico del país y en especial aquí en la provincia por “las asimetrías comerciales con países vecinos”.El presidente de la Cemac, contador Daniel Sauer, además gerente de la empresa Transporte Sauer SRL, manifestó que “el sector de cargas está muy golpeado por la recesión que hay en la economía. Desde hace cinco años que venimos en picada, a partir de la caída de los subsidios nacionales en 2011 y la exención de los peajes que era una gran ayuda para nosotros”. Agregó que a este panorama de arrastre del último lustro, se sumó en los últimos tiempos “los altos costos laborales y los sucesivos aumentos de los combustibles (entre los dos representan el 70% de nuestro costo), que no se pueden trasladar íntegramente a las tarifas”.Sauer advirtió que “las empresas están financieramente ahogadas y afrontando las altas paritarias con el gremio a consecuencia de la inflación que llevan a un aumento de los salarios del 32% en el segundo semestre de este año”. El empresario manifestó que “la actividad ha caído entre el 40 y hasta el 50%, no sólo en el rubro de cargas brutas, sino también en paqueterías y encomiendas, y en consecuencia se está despidiendo gente”. Ante este panorama desalentador que se viene agudizando en los últimos meses, es que la Cámara de Empresarios Misioneros del Autotransporte de Cargas comenzó una serie de reuniones con los distintos representantes de la economía provincial y del Poder Ejecutivo Provincial en salvaguarda de las fuentes laborales y el desarrollo de la actividad.En los contactos que llevaron a cabo con los directivos de los bancos Macro y Nación, los empresarios del transporte de cargas explicitaron el delicado momento de rubro y solicitaron la asistencia de “capital de trabajo” para mantener la mano de obra de los choferes y demás empleados. “Estamos pidiendo herramientas financieras para poder afrontar los distintos costos y obligaciones del giro comercial mensual de nuestras empresas y lograr un desahogo financiero, que nos permita subsistir hasta febrero o marzo de 2017, cual es el período en el que se vaticina una mejora en la economía nacional”, afirmó Daniel Sauer.Cabe acotar que el transporte de cargas en Misiones agrupa unos 7.000 empleados -más 30 mil personas que dependen directa e indirectamente de la actividad-. Sauer manifestó que el objetivo principal de los empresarios del rubro hoy “es mantener las fuentes de trabajo, porque la rentabilidad es nula, trabajando a pérdida y se nos hace imposible afrontar los altos costos fijos”.“Las asimetrías comerciales son otro problema” Por su parte, el presidente de Transnabla (Transporte de Cargas), Biene Logística y el Grupo Dovela, Ing. Rolando Enríquez, manifestó que a los problemas de recesión e inflación que vive el país, “aquí en Misiones que suman las asimetrías comerciales con Paraguay y Brasil”.“Lo que observamos con gran preocupación es que la fuerte retracción que hay en el mercado y la escasez en el financiamiento está haciendo que nuestras empresas sientan, como hace muchos años, no sentíamos una situación de incertidumbre de lo que será nuestra fuente de trabajo”, afirmó el empresario.Recordó que “las asimetrías comerciales con los países limítrofes provocan un fuerte éxodo de divisas hacia el otro lado y eso afecta directamente a la actividad del transporte en general”. Enríquez consideró que “es imposible trasladar la estructura de costos que demandan los aumentos salariales y del combustible a los precios”.El titular del holding Dovela manifestó que “hemos tenido una respuesta satisfactoria -dentro de las posibilidades- por parte de las entidades bancarias para tratar de sortear esta coyuntura” y recordó finalmente que “para las empresas el principal capital; son los trabajadores, por lo que hay que defender y sostener las fuentes de trabajo”.





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