No debe existir dolor más grande para una madre que ver sufrir a una hija para quien durante años se proyectó una vida colmada de éxitos, sin embargo Aída Pavón, la mamá de Carolina, la misionera que ruega a las autoridades argentinas que intercedan para que se le permita salir de Egipto, dejó la angustia de lado y aseguró que “en este momento lo único que podemos hacer es que trascienda la noticia para ver hasta dónde pueden llegar las cosas, que se sepa lo que es este mundo de costumbres y creencias muy diferentes a las nuestras y rogar por un buen final”.“Mi hija está presa en un país por un marido despechado que no puede admitir que la mujer lo haya dejado”, dijo Aída, quien relató que la pareja se conoció en Alejandría, donde Carolina había viajado para trabajar en su tesis de Antropología Social, carrera para la que sólo le faltaban algunas materias, allá por 2002.Poco después, Carolina se casó con Mahmoud Mohamed Mahmoud Ahmed Tarfa y vivió junto a él en esa ciudad egipcia hasta 2004, cuando regresó a Argentina por el estado de salud de su abuelo, que luchaba contra una enfermedad terminal. Una vez aquí corroboró que estaba embarazada y, obviamente, se lo comunicó a su esposo, que viajó para compartir el momento con ella.“Nos enteramos que estaba esperando una nena y yo sabía que en Egipto se practica la ablación de clítoris, por eso no quería que mi nieta nazca allá, finalmente nació en el hospital de Puerto Iguazú y se la inscribió en Montecarlo, como Mariam Banseeh Mahmoud Tarfa”, comentó Aída a PRIMERA EDICIÓN. Pero las diferencias culturales dejaron secuelas, la abuela debió pelear mucho para que no se le practique esa “cirugía” a la niña y “allí nació nuestro desacuerdo constante. A los dos o tres meses se fueron a Buenos Aires, pero convenció a mi hija de volver a Egipto, así fue que retornó al aquel país junto a su pequeña y su abuela, que sufría de Alzheimer”, mencionó.El principio de una vida de terrorPero, según contó la propia Carolina en un texto que envió a los medios, “cuando llegamos a Egipto me doy con que la familia (el padre de Mahmoud, que se llama Mohamed Mahmoud Ahmed Tarfa) pagó a un médico que falsificó una partida de nacimiento, como que una egipcia llamada Fatma Abd Elrahman Tarfa tuvo una bebé en un parto casero. Entonces mi hija Banseeh aquí cuenta con un certificado de nacimiento falso” y no debe perderse de vista que el nombre de la madre también es diferente, por eso “obtuve la nacionalidad egipcia con ese nombre: Fatma Abd Elrahman Tarfa, para poder demostrar que era mi hija”, destacó la joven.A miles de kilómetros de “su hogar” comenzaron los maltratos, que primero fueron psicológicos. Y, como allí el marido ordena, nació Yuliana; nuevamente la ilegalidad se hizo presente, puesto que el padre obtuvo dos certificados de nacida viva, una a nombre de Carolina Ester Pavón, para que la niña tramite su nacionalidad por opción en la Embajada Argentina; y otro a nombre de Fatma Abd Elrahman Tarfa, para inscribirla como egipcia. Cinco años pasaron y la salud de la abuela de Carolina se complicó, por lo que decidió regresarla a la tierra colorada, creyendo también en la promesa de Mahmoud, que le aseguró que cambiaría cuando le dedicara más tiempo.Carolina siempre trabajó, mantenía el hogar, incluso tras la revolución de 2011 sólo ella aportaba económicamente a la familia. Escapando de la situación que se vivía por entonces en Egipto, en 2013 la familia voló a Puerto Iguazú, aunque él nunca aceptó las diferencias culturales y en septiembre de 2014 regresó, dejando la orden de que su mujer e hijas debían hacer lo mismo una vez finalizado el ciclo escolar.Carolina hizo caso omiso, él reaccionó muy mal, la amenazó; pero entendiendo que aquí no era lo mismo, le rogó que vuelvan, finalmente en febrero él llegó nuevamente a Argentina, con la promesa de que iba a cambiar esta vez, que aprendió la lección. Y como las nenas no se acostumbraban; Carolina retornó a Egipto. Lamentablemente no pasaron ni quince días y él la golpeó de tal manera que ella decidió que esa no era vida, se tomó una caja de calmantes, pero recapacitó a tiempo por sus niñas.Rogar por ayudaActualmente está protegida por una familia, mediante la ayuda de una mujer uruguaya casada con un diplomático egipcio, pero no puede salir a la calle, porque corre riesgo de ser detenida por la policía y ser llevada “a su dueño, su marido”.“Pido encarecidamente al pueblo argentino, mis compatriotas, y a nuestras autoridades competentes que vean la forma de poder hacer entrar en razón a la República Árabe de Egipto que es inhumana mi situación. Que es una falta de derechos humanos completos mantenerme presa en un país sin poder trabajar y sin lugar propio donde estar. Sólo por el despecho de un marido abandonado (y con razones de peso: violencia física y psicológica). Que por favor, me permitan salir. Necesito pararme como ser humano, dignificar mi vida. Y ya desde afuera vería de seguir con los trámites de divorcio y derecho de visita a mis hijas. Pero ya desde una posición fuerte, segura”, dijo Carolina en una carta.Intervención argentinaFacundo Meli, cónsul de la embajada de Argentina en Egipto, dijo a Radio Libertad que hace tiempo trabajan en el caso de Carolina Pavón, a quien las leyes Egipcias no le permiten salir del país, por una restricción que le puso su pareja. El cónsul adelantó que “posiblemente esta semana tendrían una respuesta al pedido de que la dejen abandonar ese país sola, en principio sin sus hijas”.Asimismo, el funcionario destacó que “sus abogados están haciendo los papeles” y aseguró que “si su marido le da el divorcio, ella podrá entrar y salir de Egipto ya que no será más de su propiedad”.Cecilia Britto, como presidente de la Comisión de Ciudadanía y Derechos Humanos del Parlamento del Mercosur, también se ocupó de la situación de la misionera oriunda de Montecarlo.Britto envío una nota al embajador Leandro Despouy, a quien solicitó que el caso Carolina Pavón sea tenido en cuenta de manera urgente y se tomen las medidas necesarias para que ésta pueda ser auxiliada retornando prontamente a la República Argentina.En tanto, María Losada adelantó que solicitarán la intervención del Ejecutivo para que los legisladores nacionales intercedan ante Cancillería.





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