La muerte es uno de los temas más difíciles de abordar con un niño de corta edad, especialmente cuando intentas superar tu propia tristeza. Sin embargo, es parte inevitable de la vida y los niños quieren entenderla, la curiosidad natural de los niños es insaciable, y sobre todo respecto a esos temas que los adultos y la sociedad tienden a evitar. Pero ocurre algo curioso y es que los niños son conscientes de ella mucho antes de lo que nos demos cuenta. Deberíamos saber que la muerte es parte de su vida cotidiana, a diario ven insectos muertos en el patio del colegio, escuchan hablar de ella en cuentos de hadas, a través del cine y la televisión y en ocasiones fallece alguien cercano y querido. Y es aquí donde más problemas nos surgen. No hablar del tema genera en los niños muchas inquietudes y dudas. Los niños reaccionan ante la muerte de varias maneras. No te sorprenda que tu hijo necesite más cariño, que vuelva a hablar como un bebé, puede mostrarse enojado contigo, con los médicos, las enfermeras e incluso con la persona que ha fallecido, también puedes anticipar que tenga más berrinches como manera de expresar su tristeza, o como reacción a la tensión y tristeza en tu hogar. Por otro lado, es posible que no muestre reacción alguna ante la muerte, o que sus reacciones sean intermitentes y se mezclen con su alegría y juegos habituales. Esto también es normal. Cómo explicar la muerte a tu hijo:No evites sus preguntas: Responde sus preguntas acerca de la muerte y no temas leer cuentos que aborden el tema. Dale respuestas breves y sencillas.Evita eufemismos: las frases comunes de los adultos en referencia a la muerte (“descanse en paz”, “sueño eterno”) resultan confusas para un niño, así que no digas que el fallecido está “durmiendo” o que “se ha ido”. Tu hijo puede pensar que cuando se acuesta por la noche también se puede morir o que si te vas al trabajo, no volverás.Ten en cuenta que el tema surgirá repetidamente: Prepárate para responder las mismas preguntas de tu hijo una y otra vez, ya que comprender la permanencia de la muerte le resulta difícil. También es posible que te haga nuevas preguntas según vaya aumentando su comprensión.Esfuérzate para que tu hijo pequeño recupere la normalidad en su vida. No abandones por completo la rutina habitual de tu hijo, ya que la rutina le da una sensación de seguridad. Necesita irse a la cama a su hora habitual, levantarse a tiempo, comer a sus horas y si participa en grupos de juegos, interactuar con sus amiguitos habituales.Consigue ayuda: si tu hijo pequeño parece tener demasiada dificultad con una muerte, habla con su médico, quizá te aconseje tomar terapia. Colabora: Cecilia CastilloFacebook: Lic-Castillo-Cecilia-Jujuy 1765 4 piso 3764 229954




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