Señora Directora: Vivir en democracia no significa hacer lo que uno quiere, lo que molesta y perjudica a los demás, lo que está en contra de las buenas costumbres. Me refiero específicamente a la actitud adoptada por un grupo de inspectores municipales de tránsito y apoyada, en principio por la totalidad del cuerpo estable, luego por unos pocos que no ceden y hasta amenazan de ir a la Justicia.Se sospecha que detrás de estos empleados –a los que le pagamos el sueldo todos los meses los contribuyentes cumplidores-, hay un apoyo político y si así fuera, seguramente esos anónimos también cobran sueldo del Estado, pues entonces la Justicia debería investigar y sacar a la luz quienes son los responsables de todo este show vergonzoso.Haber ¡quemado cubiertas sobre el pavimento! para protestar, dañando el asfalto y contaminando el medio ambiente, también tirando cohetes de fuerte estruendo y cortando el tránsito, ya es una muestra de lo que representan, realmente lamentable. ¿Y el sindicato? Pilatos, una vez más.Uno se pregunta: ¿cuando los responsables de autorizar el ingreso de un empleado a planta permanente exigen ciertas condiciones sicofísicas y de estudios? Porque la verdad, algunos dejan mucho que desear y todavía se la creen.Educación y disciplina en el ámbito laboral, eso existe en cualquier país del mundo organizado, pero acá es evidente que la autoridad no tiene peso y eso es aprovechado por quienes no desean tomar en serio sus responsabilidades.Si pretendemos mejorar la ciudad y dar una buena imagen a los visitantes, debemos tomar “el toro por las astas” –como dice el conocido refrán- y cortar por lo sano; quien no cumple y no está de acuerdo con el trabajo encomendado debe ser sancionado o despedido, según las circunstancias.Los contribuyentes que cumplimos regularmente con el pago de nuestros tributos, no podemos tolerar la desprolijidad y las escaramuzas políticas que no aportan en absoluto a la convivencia y a la conducta de la sociedad.Esto demuestra la inmadurez y la falta de conocimiento de algunos funcionarios que están en cargos importantes para resolver cualquier situación laboral, habida cuenta que la cantidad de asesores –que también pagamos los contribuyentes-, fueron contratados para ayudar a resolver los problemas en el ámbito municipal.





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