Hace diez días la Legislatura de la provincia de Buenos Aires eliminó la posibilidad de que los intendentes de esa jurisdicción se reelijan indefinidamente, un golpe mortal al corazón de un sistema cuestionado que erigió a los “barones” del conurbano como los caudillos eternos de municipios pobres gobernados y manejados en base a fuertes aparatos clientelares. Misiones también tiene reelección indefinida de los intendentes en la mayoría de los 75 municipios, pero los últimos escándalos protagonizados por alcaldes como Cristóbal Barboza en Arroyo del Medio, “Jair” Pereyra o “Coleco”?Kryvzuk en El Soberbio o “Valdir” Dos Santos en San Vicente no hicieron más que profundizar el debate en torno de la necesidad de poner un límite a la eternidad también en nuestro territorio. Al menos dos proyectos legislativos (uno ya presentado y otro que tomará estado parlamentario esta semana) propondrán poner el tema en la agenda de la Legislatura misionera. En ambos casos, impulsan reformas a la Ley Orgánica de Municipalidades que rige el sistema municipal misionero en aquellas localidades que no tienen carta orgánica, o que pudiendo tenerla, todavía no avanzaron en su redacción. De los once municipios que sí se dieron su propia constitución municipal, sólo cinco decidieron poner límites a las reelecciones de sus alcaldes: Puerto Rico, Leandro N. Alem, Apóstoles, San Vicente y Oberá. Para los demás casos regidos por la norma provincial, la idea base de las iniciativas parlamentarias del Bloque Cambiemos es limitar a una sola reelección consecutiva la eventual continuidad de un alcalde, un límite temporal bastante alejado de los verdaderos “récord” de permanencia que registran algunos de los “barones” misioneros. Los “barones” de acáEn las elecciones del 10 de diciembre de 2015, el intendente de Caá Yarí, Ernesto Juan Friedrich, logró que su pueblo lo reeligiera para iniciar su séptimo mandato consecutivo. En 2019, cuando termine el ciclo, acumulará 28 años ininterrumpidos en el poder. Tanto tiempo al frente de la pequeña localidad de apenas 800 votantes no resultan gratuitos para los “opositores”, ciudadanos que osaron reclamar alguna atención comunal y que por ese solo motivo pasaron a la categoría de “enemigos” del alcalde y de su entorno, según denuncian. Ellos cuentan que cotidianamente sufren situaciones que rozan el realismo mágico y no tienen a dónde ir a quejarse: es que el presidente del Concejo Deliberante (que debiera controlar al Ejecutivo) es Gabriel Friedrich, el hijo del intendente; la esposa del alcalde es la encargada del área de acción social. El yerno, de las obras públicas y como si fueran pocos familiares en los cargos relevantes del pueblo, otra hija del “jefe” es la jueza de Paz. En Campo Viera, el exreferente del Frente Para la Victoria, también del massismo y ahora ferviente renovador Juan Carlos Ríos inició su sexto período en el sillón comunal. Su hijo Hugo Dante “Willy” Ríos fue condenado por el secuestro y abuso sexual de Silvia Andrea González, la adolescente a la que hallaron muerta el 18 de octubre de 2001. Apenas veinte días después de la condena, el Tribunal Penal Oral de Oberá le otorgó una excarcelación extraordinaria. El muchacho, culpable del homicidio según la justicia pero liberado de igual forma, fue recibido como un héroe en la comuna que comanda su padre. Hubo una extensa caravana de coches que lo escoltó a su regreso, un día antes de la navidad de 2014. También hubo bombas de estruendo y un insólito desfile por la avenida del Té, donde fue vitoreado. En Eldorado, Norberto Aguirre acumulará 20 años en el sillón de la intendencia cuando culmine su quinto mandato en 2019. Ricardo Waidelich le empata con otros tantos en Caraguatay. Barboza, el ahora exintendente de Arroyo del Medio, había acumulado 13 años comandando su pueblo con mano de hierro antes de caer en desgracia. Y no son los únicos. En las elecciones del año pasado, 46 de los 75 alcaldes fueron reelectos, algunos por tercera vez consecutiva. Beneficiados por los efectos de la Ley de Lemas, todos responden al Frente Renovador. Un reclamo de estos tiemposEn el país, sólo 11 de las 24 provincias mantienen vigente la reelección indefinida para sus intendentes. En Misiones desde hace tiempo se presentan proyectos legislativos para limitar la permanencia y posibilitar la alternancia en el Poder, principio republicano que representa uno los componentes fundamentales de cualquier sistema de gobierno de auténtica filiación democrática.En la sesión parlamentaria de la semana pasada, el diputado radical Gustavo González pidió el tratamiento preferencial de un proyecto de su autoría que se presentó en 2014 y que está en estudio en la Comisión de Asuntos Constitucionales. En 2012 se presentó uno similar, también impulsado por el radicalismo, pero pasó a archivo. En tanto el jueves de la semana que se inicia tomará estado parlamentario el proyecto de Ley en el mismo sentido que fue redactado por los legisladores Jorge Ratier, Alfredo Schiavoni y Alba Nilson, todos del PRO. Ambas propuestas apuntan a sustituir el artículo 9 de la Ley de Municipalidades (Ley XV Nº 5, ex 257) para establecer un máximo de dos períodos (ocho años) consecutivos para los mandatos de los alcaldes misioneros, en similar sentido que lo que establece la Constitución Nacional en su artículo 90 para Presidente y vice, y la Constitución provincial en su artículo 110 para los cargos de Gobernador y Vice. Estilo feudo: cómo es vivir con un alcalde "eterno"Marcelo Andersson tiene un apellido que sonó bastante en los últimos tiempos. Su tío, Mario Alberto, fue la víctima fatal del incidente vial que protagonizó el exintendente de Arroyo del Medio el pasado 19 de junio, cuando manejaba alcoholizado la camioneta oficial de la comuna. Para Marcelo, los abusos de poder no son desconocidos ni surgieron con la lamentable muerte de su tío. El joven vive en Caá Yarí, el pueblo en el que “manda” desde hace 25 años el intendente Ernesto Juan Friedrich. “Los Friedrich me consideran un enemigo porque me animé a reclamar que nos den servicios municipales. Mi papá tiene una chacra en la que produce verduras y se tiene que hacer cargo del mantenimiento del camino de entrada para poder sacar la producción. El intendente manda a arreglar cinco kilómetros de camino que van hacia donde vivimos, pero no permite que las máquinas entren en el último kilómetro que es el que llega hasta nuestra casa sólo por venganza”, se lamentó el muchacho que hasta tuvo que abandonar otra propiedad que podría haber explotado en la misma localidad, pero que se volvió impenetrable por falta de reparación de los ingresos. En Caá Yarí “las cosas son así, no podés cuestionar, no podés quejarte, no podés exigir porque te volvés un enemigo. De hecho yo recib&iacut
e; amenazas” agregó en su relato. Después de tantos años en el poder, los Friedrich “ya no toleran que nadie les cuestione” y de hecho, quien quiera recurrir a los otros poderes municipales para conseguir respuestas, exigir control o equilibrio, no encuentran eco: “Gabriel es el hijo del intendente y es presidente del Concejo. Patricia es la hija del intendente y es jueza de Paz. La señora del intendente maneja Acción Social, las pensiones, los beneficios. El yerno maneja las obras públicas, así que no hay mucho margen para conseguir que alguien te escuche”. “Si no estás con ellos no recibís nada, vivimos con problemas por eso. Si mi papá no puede sacar la producción le dicen en la cara “no te vamos a arreglar el camino porque estás en contra”. Yo no tengo problemas en dar la cara y contar lo que nos pasa porque a nosotros no nos gusta escondernos, pero la próxima vez que me vaya a pagar los impuestos o a sacar el carné de conducir me van a trabar todo porque acá no se habla mal de la familia Friedrich”, refirió con seguridad Marcelo. Es que como en un feudo, en Caá Yarí “se enteran de todo, saben todo lo que pasa, a la gente le manejan con el tema de las pensiones y las ayudas, les mantienen con el látigo y la billetera”. Según contó el joven agricultor que ahora trabaja en Leandro N. Alem, “dentro de Caá Yarí no hay más de cien votantes, pero en cada elección viene gente que vive entre 100 hectáreas y kilómetro cero de Oberá, y de Alem, Mártires, gente muy humilde que los Friedrich mantienen con mercadería, planes de discapacidad, etc”, lo que le posibilitaría al alcalde mantenerse en el poder. “En Caá Yarí no se permite opinar distinto, pero yo pienso distinto y le digo las cosas. Realmente la pasa mal mi familia porque nos consideran enemigos. Sufrimos eso, pero no nos callamos”, aseguró. El poder, ¿un bien de familia?En Misiones no son pocos los casos de intendentes que les han legado el poder a sus parientes directos, o han logrado que sus esposas o hijos ocupen la titularidad de los otros dos poderes municipales. El caso de Caá Yarí es uno de los más actuales, pero también es recordado el caso de Tres Capones en donde su exintendente Pedro Korol (quien gobernó por 20 años) le cedió el cargo a su mujer, María Elena Pereyra, y logró que su hijo de apenas 26 años fuera nombrado juez de Paz. En Alba Posse el exalcalde Nelson Carvalho puso a su hijo Celso como presidente del Concejo. Después sacó licencia para ser candidato en la localidad vecina, 25 de Mayo, y finalmente Celso lo fue en su pueblo natal que ahora gobierna. Cristóbal Barboza, el malogrado exintendente de Arroyo del Medio, logró que nombraran a su hija como jueza de Paz. En Puerto Esperanza los Gruber se suceden en la intendencia. Gilberto “Pato” Gruber fue alcalde y dejó el cargo para ser diputado, pero lo “heredó” su hermano Alfredo.Desde el bloque de legisladores de Cambiemos aseguran que trabajarán en la reforma política electoral en la Provincia, que contempla la derogación de la Ley de lemas y su sustitución por un sistema de Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso); la implementación de la boleta única electrónica; la prohibición de la reelección indefinida en todos los cargos provinciales y municipales y la prohibición del nepotismo, “un lamentable caso de perpetuación en el poder, muy arraigado en nuestra provincia y que consideramos imprescindible erradicar, ya que es un sistema por el cual los intendentes, cual reyes, abdican al poder cediéndolo a sus esposas e hijos, como si el ejercicio de los más altos cargos municipales fuere un bien de familia”.





Discussion about this post