El lenguaje tiene mucho que ver con nuestro destino. Puesto que como hablamos dice mucho de cómo somos. Esto es fácil de entender. El principio de todo va ser la forma en la que hablamos, las palabras que utilizamos, las cuales se establecen en nuestro cerebro y desarrollan ideas y sistemas de creencias. Por lo tanto, estas ideas que a su vez crean imágenes o sonidos inconscientes, son producto de una construcción de pensamientos que derivan de las palabras que digo, pienso, leo o escribo.Los pensamientos generan sentimientos. Y según los sentimientos que tenga, va a ser la actitud con la que enfrento la vida, que a larga se convierten en hábitos y según los hábitos que tenga en mi vida, los resultados serán positivos o negativos.Esto quiere decir que si alguien se me acerca diciéndome que se siente mal, es muy probable que sus palabras y pensamientos sean negativos, ya que no puede alguien con pensamientos positivos sentirse mal, puesto que su actitud es positiva y por lo tanto sus hábitos también y de alguna u otra manera siempre encuentran la forma de salir airoso ante las situaciones cotidianas.Nuestro inconsciente es una grabadora que no tiene pausas ni se queda sin espacio para seguir guardando. Por eso es importante prestar atención a cuales son las palabras que decimos y nuestros hábitos de pensamiento. Ya lo decía un autor argentino conocido: cuida tus palabras y jamás digas “no puedo” ni en broma, porque el inconsciente no tiene sentido del humor y te lo recordará cada vez que lo intentes.Colabora: Natalia de las NievesTerapeuta MotivacionalEn Facebook: Rincón De Luz y Bienestar154366593





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