El domingo pasado hemos celebrado el Día del Niño aunque en muchos lugares este festejo no se reduce únicamente a un día determinado porque la alegría de los niños debe ser una constante y va mucho más allá de un festejo particular. Si repasamos el significado de esta festividad, no cabe dudas de que la sociedad lo ha reducido a un evento netamente comercial donde se agasaja a los niños con algún juego tecnológico que abundan en nuestros mercados. En este marco de los festejos del Día del Niño, es oportuno que reflexionemos sobre la importancia de mantener viva la verdadera alegría en el corazón de nuestros niños, que son el futuro de nuestra sociedad. Si miramos detenidamente la vida de nuestra sociedad, inconscientemente estamos identificando la alegría y la distracción con la pantalla, video juegos y algunos elementos tecnológicos que son obviamente necesarios y beneficiosos tenerlos, pero no han de ser la esencia de nuestra alegría y felicidad. La particularidad que garantiza la alegría del niño, está en el clima de amor y sanas relaciones que se vive en cada hogar. La vida compartida entre amigos, la cercanía con la naturaleza, etc. son una gran ayuda para ir forjando la personalidad del niño. Sin embargo, la realidad de nuestro diario vivir, nos muestra que gran parte de los niños y los jóvenes de nuestros tiempos no sólo “no pueden vivir” sin el televisor, sino tampoco sin las computadoras, los celulares, los DVD players, ipods y tantos otros aparatos con los que las nuevas tecnologías, saturan los mercados.No cabe duda que saber hacer uso adecuado de las nuevas tecnologías es vital para el progreso personal. Es una condición casi imprescindible para el estudio, para la información y para estar al día con las novedades mundiales. Por otro lado, hoy día, vemos que en gran parte de los empleos es requisito indispensable que el solicitante tenga conocimiento de varios programas de computación. Es decir, que es esencial mantenerse a la vanguardia con la tecnología, ya que ella es puente de ayuda para superarnos. Pero debemos estar muy atentos, dado que de la misma manera que las nuevas tecnologías son herramientas útiles, también pueden ser destructivas. Todo dependerá del uso apropiado que hagamos de ellas. Aparte del tiempo que invierten, la televisión es un entretenimiento que no promueve el ejercicio; afecta la autoestima y la sana nutrición, dada la constante exposición a comerciales de alimentos chatarra; influyendo negativamente en el tipo de aprendizaje que reciben los niños si éste no es monitoreado constantemente por los adultos.Por eso lo invito a apostar por una verdadera alegría, aquella que nace desde la esencia de la persona. Para ello es necesario que los padres ayuden a nutrir la autoestima de los niños favoreciendo así a tomar las mejores y sabias decisiones sobre el uso apropiado de la tecnología moderna. Algunas acciones de parte de los padres para fortalecer la autoestima del niño son: felicitarlo cuando hace algo bien, ser un buen ejemplo, compartir tiempo de calidad, enseñarle a ayudar a otros, involucrarlo en actividades extracurriculares y fomentar las buenas y sólidas amistades. La primera herramienta preventiva que poseen los padres es el conocimiento; la segunda es la buena comunicación. Que este festejo del Día del Niño nos comprometa a estar cotidianamente cerca de nuestros niños para conocer sus verdaderas necesidades y ayudarlos a tomar buenas decisiones que los lleven a la plenitud de la vida en un mundo altamente tecnificado. Pero por sobre todas las cosas, no dejemos de buscar la palabra de Dios para que sea la guía que nos ayude a conducirlos hacia el mismo Jesús que nos dijo: “dejen que los niños vengan a mí” (Lc 18,16).




Discussion about this post