Señora Directora: Hace años que la sociedad pide justicia y los resultados generalmente son insuficientes o negativos. Pero hay que decir que si los legisladores son los que estudian, analizan y modifican las leyes, pero curiosamente no lo hacen debidamente dado que la actualización es necesaria urgentemente por las nuevas figuras delictivas que se vienen dando, entonces poco o nada se puede hacer al respecto.Alguien dijo una vez: “Las leyes están para proteger a los familiares y amigos de quienes están en el poder” ¿y quién lo puede negar? Porque quien no tiene recursos y es procesado por algún delito, con seguridad será condenado y encarcelado; en tanto el que dispone de relaciones políticas y dinero, sin ninguna duda, escapará del procesamiento y de la condena.Últimamente estamos viviendo momentos de máxima tensión social por las muertes en accidente de tránsito, con el agravante de que los conductores estaban alcoholizados y, a pesar de ello, siguen en libertad sin que a los funcionarios les importe que hayan muerto personas. Claro está, de bajos recursos la mayoría. El último caso de la menor de edad (15 años) que recibió de regalo un vehiculo de alta gama y no tenia carné de conducir (obvio por la edad), el coche carecía de seguro y de habilitación para circular. Ya se está hablando que ni ella ni su padre serán condenados, lo que demuestra que la ley está fuera de “foco” y es injusta, porque hay una persona fallecida que pasó con su moto el semáforo en verde, mientras el coche lo hizo en rojo.No se puede seguir tolerando que los responsables de modificar las leyes y entender que las penas deben ser significativas, sigan percibiendo altísimos sueldos –en comparación con todos los trabajadores del país- , lo que no se justifica por las pocas horas de trabajo y asistencia al recinto, dejando que todo siga como si nada, despreciando las vidas que se pierden irresponsablemente.Siempre perdió el trabajador, en todos los frentes, hasta cuando se jubila, porque hasta el día de su muerte no supera el 82% en algunos casos. Miles cobran menos, mientras los de “arriba” siguen percibiendo sumas siderales lo que demuestra que no somos iguales ante la ley.




Discussion about this post