Los integrantes de la Cámara Federal de Apelaciones de Corrientes revocaron el sobreseimiento de todos los implicados en la investigación de la muerte de los gendarmes Carlos Fabián Antúnez y Diego Javier Aranda, ocurrida hace casi quince años en la cabecera argentina del puente Posadas-Encarnación.Este tribunal de alzada, por subrogación de la Cámara Federal de Posadas, resolvió anular -y volver a la etapa de instrucción de la causa- los sobreseimientos de los efectivos de Gendarmería Juan Daniel Morel, Ernesto Andrés Pérez, Eduardo Mariano Sánchez y Juan José Alvez por su presunta participación en el delito de doble “homicidio agravado” (artículo 80 del Código Penal), a Juan Bernabé Sánchez por violación de deberes de funcionario público, y a una médica de la Policía provincial, Mirian Lojewski respecto del delito de “falso testimonio y violación de los deberes de funcionario público”.El fallo al que PRIMERA EDICIÓN tuvo acceso fue firmado por los camaristas correntinos Selva Angélica Spessot, Ramón Luís González y Mirta Sotelo de Andreau, el 6 de julio pasado y corresponde (tal como lo adelantó también este medio), al análisis de los quince cuerpos del expediente que la Cámara Federal de Casación Penal ordenó fueran estudiados por este tribunal ante el planteo interpuesto por la defensa de los familiares de las dos víctimas fallecidas debajo del puente internacional San Roque González.FundamentosEn su fallo los camaristas afirmaron que “pese al tiempo transcurrido desde la iniciación de las actuaciones, no puede soslayarse que las decisiones como la que ataca la querella, deben contener una autosuficiencia de cara al material probatorio alcanzado, como así también una certeza que descarte toda duda para el dictado de un sobreseimiento”. “Que en dicho contexto, y frente a los argumentos desarrollados por la apelante (abogada Mirta Quiroz, representante legal de las familias Aranda y Antúnez), se observa que el decisorio se apartó de la sana crítica racional, en la medida en que ha parcializado el análisis del acervo probatorio colectado” “En las condiciones expuestas cabe concluir que la sentencia recurrida evidencia defectos en su fundamentación y en la valoración de la prueba, con relevancia decisiva para dirimir la controversia”.También fueron contundentes al sostener que: “De la lectura de las actuaciones y de los agravios presentados por la parte querellante, entendemos que le asiste razón a la misma, ya que el juez subrogante, basó sus fundamentos sólo en argumentos aparentes y evaluó las pruebas en forma parcial; sin tener presente que se debería efectuar un análisis probatorio profundo que compruebe el carácter accidental de las muertes descartando la ilicitud sobre las mismas”.TrajinarA poco menos de un mes para que se cumplan quince años del confuso episodio en el que fueron rescatados sin vida del río Paraná los cuerpos de los gendarmes Antúnez y Aranda, la investigación volverá a Instrucción, ahora a manos del juez Federal de Eldorado, Miguel Ángel Guerrero.La lucha de las familias querellantes en la causa recobra fuerza con esta decisión, luego del trajín judicial que tuvo el expediente, que favoreció la hipótesis del accidente y no de la del doble homicidio. La investigación estuvo a cargo de varios jueces. El primero fue Claudio Ramón Chávez, quien se inhibió y fue subrogado por José Luis Casals, quien confirmó el procesamiento de Eduardo Sánchez, entonces jefe de la sección “Puente Posadas” de Gendarmería, y de Juan José Álvez, oficial de servicio durante la fatídica noche. Casals también se inhibió en la causa por lo que la Justicia Federal designó un conjuez, que sobreseyó a todos los implicados. Los querellantes recurrieron a la Cámara de Casación Penal y desde allí se ordenó el análisis final de los magistrados de Corrientes.Entre el accidente y el doble crimenDurante la noche del martes 18 de septiembre del 2001, los oficiales de Gendarmería, Diego Aranda y Carlos Antúnez, fallecieron en dudosas circunstancias debajo del puente San Roque González de Santa Cruz donde cumplían sus funciones en la guardia.Según la primera versión de los sucedido, fallecieron accidentalmente en la persecución a un presunto contrabandista de cigarrillos. Remarcaba también que ambos se arrojaron al agua para retirar las cajas de mercadería que había tirado en su fuga el sospechoso. Que lo hicieron con borceguíes puestos y el resto del uniforme que pudo desembocar en el desenlace trágico pero accidental. Los familiares de ambos sostienen hace quince años una postura radicalmente contraria. Enfatizaron y argumentaron siempre que los jóvenes gendarmes fueron asesinados al ser arrojados al agua. La ausencia de una autopsia inmediatamente posterior a los decesos se transformó en uno de los puntos de mayor polémica.





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