Los gobernadores de Misiones y Salta, Hugo Passalacqua y Juan Manuel Urtubey, firmaron este miércoles un convenio de cooperación turística y acordaron una agenda de trabajo en conjunto con la idea de impulsar proyectos de crecimiento común para la región Norte y Nordeste del país, tales como industrialización, conectividad (rutas, puertos, aeropuertos), comunicación y obras públicas con sentido social. También con la intención de plasmar una nueva visión de federalismo que genere beneficios en los habitantes de las provincias más alejadas del puerto de Buenos Aires.Urtubey arribó al mediodía a Misiones y compartió el acto oficial por el 17 de agosto con el Gabinete misionero en la localidad de Cerro Corá. Después de eso, alrededor de las 18, ambos mandatarios brindaron una conferencia de prensa en la Residencia Oficial.De las palabras de ambos, el aspecto central en el que coincidieron es la necesidad de estar unidos y trabajar juntos para que a la Argentina le vaya bien, apoyando al Gobierno nacional en sus planes de gobierno, pero pidiendo algunas mejoras económicas para atender el padecimiento de la población.“No existe más la posibilidad de que a Salta o Misiones le vaya bien y le vaya mal a la Argentina. La crisis nos golpea a todos por igual, por eso debemos estar unidos. No es amor al Gobierno sino amor a la Argentina”, dijo el gobernador salteño.El mandatario misionero por su parte sostuvo que “este es momento de estar juntos, hasta que lleguen las elecciones y se discuta nuevamente la política. Pero este es un momento de flacura, nos exige que estemos unidos porque si en este momento cunden la desunión y la pelea estéril, la gente va a seguir sufriendo aún más”.Ambos gobernadores se mostraron muy atentos y pendientes de la difícil situación económica que pasan los ciudadanos, pero no dejaron de reiterar la firme esperanza de que se transita por un camino positivo que pronto llevará la economía a flote.Situación económicasEstamos atravesando “una crisis de volumen importante por la caída de actividad económica en algunos sectores y la demora en el crecimiento anunciado en determinadas actividades. A eso se suma un elemento nuevo. A diferencia de las crisis anteriores, ésta encuentra a las provincias con menos herramientas, como por ejemplo las 14 cuasi monedas que hubo en la crisis de 2001 y la herramienta de financiamiento para gastos corrientes que no existe más”, disparó Urtubey.El salteño agregó que “estamos viviendo sin amortiguación los efectos de la crisis económica”, pero aclaró que es optimista “y tengo elementos que me indican que la Argentina va para adelante. Lo que buscamos es asegurar procesos. Discutimos los caminos con la Nación. Yo quiero que la Argentina sea un colectivo donde viajemos todos, probablemente incómodos, pero todos arriba”, enfatizó. A su turno, Passalacqua tuvo reflexiones muy parecidas sobre la situación económica: “Somos una provincia que no respondemos a mandatos de afuera. Vemos que este es momento de acompañar (a la Nación) pero también queremos sentirnos acompañados. Sobre todo la gran necesitada de acompañamiento es la gente. Hay que estar cerca de la gente, la gente necesita ser visible, hay que bajar un cambio, mirar a los ojos, solucionar sus problemas en la medida que se puedan”.Luego señaló, sobre la relación con la Nación, “venimos pidiendo el gasoducto, venimos pidiendo el ITC diferenciado por el drenaje de recursos que se nos van hacia el Paraguay. Cuando nos dan aplaudimos y cuando no nos dan reclamamos. Eso es federalismo. Hoy la gente está muy angustiada, pero a la par de esa angustia también vemos que está muy esperanzada”.La visión política de Urtubey“No creo en la acción de gobierno y la política como una acción individual, sino como una gesta conjunta”, dijo el salteño, asegurando que “son los ciudadanos los protagonistas”. Para que el mensaje quede claro, agregó: “Hay que apoyar a que los argentinos nos vaya bien, tenemos un Gobierno al que apoyar, aunque tengamos ideas disímiles, porque sino nos va mal, no es una cuestión de amor al Gobierno sino amor a la Argentina. Dentro de eso nuestra función es garantizar que a la gente le vaya bien”.Luego explicó que su visión de Estado es similar a la que impulsa el Frente Renovador en Misiones: “Un estado presente que sea herramienta de competitividad para los sectores mas vulnerables”.“Somos provincias de bajo nivel de industrialización, es el primer desafío. Se necesitan cuatro patas”, dijo y enumeró: garantizar logística energética, reducir el costo de los fletes y el transporte; incrementar las comunicaciones y tener financiamiento a tasas razonables. “La quinta pata que siempre se usó fue la política monetaria, pero hay que trabajar en las otras cuatro para no necesitar usar la quinta pata, eso es lo que hay que hacer”, propuso.“Estamos pasando momentos difíciles, nuestra provincia está acompañando el esfuerzo pero queremos saber a dónde vamos. Nosotros queremos ir a hacia esa mesa de cinco patas”, enfatizó. El peronismo sin liderazgoEl gobernador de Salta es además presidente del PJ en su provincia. Con esa experiencia opinó que el peronismo nacional “claramente hoy no tiene liderazgo. Es un partido que no se desempeña como un espacio único sino que necesita ser articulador de un espacio más amplio”. Luego dijo: “No hay que olvidar que venimos de la peor derrota de nuestra historia. Hay dos visiones, una que no asume la derrota y otra que sí. Pretender que el peronismo privilegie la unidad a cualquier precio es un error táctico severo. No se puede pensar que todo es lo mismo, hay que dividir la paja del trigo. En ese marco los procesos electorales que vienen el año que viene van a ser un buen elemento de catalización que permitirá que para 2019 aparezcan nuevos liderazgos”, vaticinó.Pero advirtió que no se deben digitar los liderazgos de arriba hacia abajo, sino que se debe esperar que aparezcan de abajo hacia arriba, con los procesos electorales de las legislativas del año próximo.Por último, a raíz de las denuncias de corrupción y el cuestionamiento a la obra pública, dijo que “tenemos que diseñar procesos más transparentes, pero mi temor es que la obra pública se paralice mientras diseñamos esos procesos. Y en nuestras provincias la obra pública sirve para dar agua potable, caminos y energía a pueblos que no tienen”.





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