Los Juegos Olímpicos no se destacan solamente por los grandes logros deportivos. Todos los días, como las competiciones deparan ejemplos emocionantes de espíritu deportivo, el verdadero amor y el respeto a las diferencias, hay muestras de algunos momentos en los que el bien se sube a lo más alto del podio: 1- El equipo más querido Una delegación de refugiados fue ovacionada en la Ceremonia de Apertura y en todos los eventos en los que participó hasta el momento. Los atletas están aprovechando los Juegos para mandar mensajes por intermedio los periodistas a los amigos y familiares que continúan viviendo en regiones de conflicto y que hace tiempo no tienen noticias. Sus historias, todas dramáticas, por lo menos tuvieron el mismo final feliz: Rio 2016. 2- El público abraza lo diferente (parte 1) Los DJs de la Arena de voley de playa pasaron música de É o Tchan e Olodum especialmente para las jugadoras egípcias Nada Meawad e Doaa Elghobashy, de apenas 18 e 19 años. Las jugadoras llamaron la atención por las prendas que utilizaron para jugar.3- El público abraza lo diferente (parte 2) La arquera de handball de Angola, Teresa Almeida, conocida como Bá, no tiene un cuerpo trabajado ni abdomen delineado como otros atletas del deporte. Tiene 1,70 metro de alto y 98 kilos, pero también un gran carisma que conquistó a los hinchas que puso de manifiesto y se puso de manifiesto que no hay una "norma olímpica" cuando se trata del cuerpo del atleta.4- Pedido de casamiento gayEn la final del rugby femenino, la mayor ovación no fue para los medallistas sino para las brasileñas Marjorie Enya e Isadora Cerullo, que protagonizaron la primera propuesta de casamiento ante el público de los Juegos Olímpicos en el estadio de Deodoro. Episodios como estos pueden transformar a Rio 2016 como los Juegos más LGBT de la historia. 5- Orgullo nacional y ejemplo de vida Las lágrimas de la judoca Rafaela Silva después de ganar la primera medalla de oro para Brasil en los Juegos Olímpicos de Rio 2016 tuvieron un mayor significado emotivo por la historia de vida de la atleta. Rafaela es de origen humilde. Se crió en “Ciudad de Dios”, una comunidad de bajos recursos situada a menos de 10 kilómetros del Parque Olímpico que tomó notoriedad mundial por la película homónima de Fernando Meirelles del 2002 y que fue candidata al Oscar como la mejor película extranjera en 2004. 6- Agradecimiento en la derrota El tenista serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, después de ser eliminado por el argentino Juan Martín del Potro en su debut en los Juegos Olímpicos, no escondió su emoción por el apoyo del público y abandonó agradecido el campo de juego: “Me sentí como si estuviese en mi país”.7- Lo importante es competirEl nadador etíope Robel Kiros Habte terminó en el último lugar en su participación en los 100 metros libres. Si los aplausos garantizaran una medalla, seguramente la de oro hubiese sido para él.8- Igualdad social El llanto emocionado del golfista brasileño Adilson da Silva al recordar su difícil comienzo como caddie en una disciplina en la que tuvo el privilegio de dar el primer golpe que permaneció por más de 100 años fuera de los Juegos.9- Espíritu deportivo La atleta etíope Etenesh Diro recibió un pisotón y a pesar perder una de sus zapatillas durante los 3.000 metros con obstáculos, continuó corriendo descalza con el apoyo del público en el estadio Olímpico (Engenhão). Al terminar la prueba en la séptima posición, la atleta entró en llanto y fue por Hyvin Jepkemoi, que llegó en el primer lugar. Etenesh ganó un lugar en la final porque fue perjudicada por una adversaria. 10- Compasión OlímpicaCuando Gran Bretaña eliminó a Argentina en los cuartos de final del rugby 7, los sudamericanos quedaron tendidos en el campo de juego lamentando con lágrimas la derrota. Los rivales interrumpieron su festejo para consolar a los derrotados, lo que arrancó los aplausos del público.Fuente y Fotos: página oficial de Rio 2016





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