Un grupo de vecinos de distintos barrios del kilómetro 49 de la ruta provincial 13 recurrieron al defensor del Pueblo para pedir la intervención por la emanación de ceniza y polvillo desde un secadero de yerba que hay en la zona. En abril del año pasado habían recurrido a la Dirección de Bromatología y al Concejo Deliberante para que tomaran medidas y hasta ahora no fueron a hacer las inspecciones, según aseguran los vecinos.La nota presentada el año pasado advertía a los ediles y a la repartición municipal de Bromatología que “la emanación del polvillo generada por un secadero de yerba, ubicado en el Barrio Unidos, kilómetro 49 de la ruta provincial 13 cada día nos perjudica más debido a que por culpa de dicho sustrato nuestras casas, autos y muebles no se mantienen limpios y se deterioran”.Luego exponen que “lo peor es que muchos de nosotros y nuestros hijos hemos empezado con problemas de salud debido al mismo. Otro punto a señalar es que según el asesoramiento que hemos tenido, esta empresa debe llevar adelante su actividad cumpliendo una serie de normas de higiene y seguridad que también respeten a los vecinos, lo cual nos parece que en parte no se cumple”.Uno de los vecinos afectados es Jorge Bueno que vive en un predio lindante al secadero y relató que ellos sufren “por el polvillo y la ceniza. Sentimos cuando hay viento sur que nos llega con fuerza a nuestras casas. Hay vecinos que viven a más de 400 metros y que les llega el polvillo. Yo vivo al otro lado de la calle y tenemos la casa cubierta de un polvillo verde que es de la yerba cuando se va secando y moliendo. No podemos dejar la ropa a secar afuera porque se ensucia. Además sentimos que nos genera problemas para respirar”.El vecino contó que “en abril mandamos la nota al Concejo Deliberante y unos días después a la Dirección de Bromatología. Hasta ahora nadie hizo nada por nosotros. Ahora recurrimos al Defensor del Pueblo para ver qué ayuda nos puede dar. No podemos más, hay muchos bebés, chicos y gente mayor que son más vulnerables en su salud. Aparte del daño que nos pueden causar en las casas y nuestras cosas”. El renunciante defensor del Pueblo, Alfredo Halberstadt, envió este lunes (antes de dejar el cargo) la nota al Ejecutivo y el Deliberativo para dar conocimiento sobre la situación que viven esos vecinos y la falta de solución por parte de las autoridades municipales.





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