La calle Lautaro de esta ciudad se erosiona cada vez que llueve muy fuerte y el agua corre y desde el municipio rellenan con toscas, pero no hacen el muro de contención para la tierra. Los vecinos piden que se arregle porque puede causar accidentes.La arteria atraviesa varios barrios y es muy utilizado para sortear el centro de la ciudad. Su condición es transitable, pero en el cruce con el arroyito que atraviesa el barrio Gauchito Gil no tiene muro de contención para la tierra y la lluvia provoca erosión.Las fuertes lluvias que caen en la ciudad llevan mucha agua y el arroyo que la atraviesa es el drenaje natural. El curso de agua pasa por dos tubos por debajo de la calle, pero muchas veces se desborda y genera erosión en la tosca. Los vecinos aseguran que la erosión es permanente y que se quejan a la Municipalidad porque el agua va comiendo la calle por falta de un muro de contención de la tierra. Hace menos de tres meses, prácticamente la mitad de la calle se había derrumbado. Mediante el reclamo, el Municipio reparó la calle colocando tosca.Luego de la reparación la calle quedó en buenas condiciones para el tránsito, sin embargo con las intensas lluvias el relleno se va escurriendo. En pocos días la erosión llegó hasta donde se marcan las huellas de los automóviles que pasan por la calle Lautaro. Los vecinos piden que la reparación sea algo definitivo y que se haga un muro de contención en la cabecera de la alcantarilla.La preocupación es que muchos autos tuvieron accidentes de distintas magnitudes en ese cruce del arroyo y la calle Lautaro. Algunos vehículos cayeron en el curso de agua que está a casi dos metros por debajo de la arteria. Además hay mucha gente que no es del lugar y no conoce la situación del camino y pueden tener algún siniestro. Por otro lado, a la preocupación se suma que no hay alumbrado público sobre esa calle y por las noche el tránsito de autos, motos, bicicletas y peatones son muy fluidos. Este curso de agua no reviste mayores consecuencias los días normales, sin embargo cuando llueve mucho su caudal llega a aumentar hasta en diez veces, cuentan los vecinos, según la cantidad de agua que cae. Recibe agua de una cuarta parte de la ciudad de San Vicente. Hay casos de accidentes fatales sobre ese curso de agua por esa razón.





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