El Inta avanza en la producción porcina. Desde hace 65 años que trabaja en diferentes temáticas que hacen a la actividad, las cuales son de importancia para el productor de la región. Las temáticas abordadas de estas más de seis décadas años fueron instalaciones, alimentación, razas, manejo en general y sanidad, las que constituyen parte de los pilares de la producción.Así, se trabajó en instalaciones realizadas con recursos regionales, como así también con otras más avanzadas. De esta manera se pasó de tener ciclo completo, parcial o totalmente a campo, a uno intensificando a través de galpones con jaulas y sistema totalmente de pisos flotantes o full slat.En cuanto a la alimentación se trabajó en dietas equilibradas, de acuerdo a los requerimientos de las diferentes categorías utilizándose maíz, expeller de soja y núcleos vitamínicos minerales. Esto posibilitó un crecimiento en la provincia de empresas que venden las pre-mezclas para que el productor mejore los rendimientos y la calidad de la carne.En el manejo se hizo hincapié en la duración de la lactancia o sea la edad de destete, manejo que se pudo llevar a cabo, cambiando de una lactancia de 50 días a 28 días, ya que se contaba con alimento para el lechón destetado. Con esto se logró tener dos partos por año por madre. Un gran avance que se logró paralelamente fue que el productor manejara registros de producción y de esta manera poder evaluar sus costos productivos, cambiando la mirada y dejando de ser productor lechonero a productor de capones.Respecto a la sanidad, los trabajos iniciaron con el manejo de las parasitosis regionales, implementando medidas como desparasitar a los animales en tiempo y forma, lo cual es fundamental en los planteos productivos más intensivos.Crecimiento de los rodeosPosteriormente, los rodeos crecieron, se comenzó a poblar los criaderos con animales de otras provincias, donde existían enfermedades no comunes en esta zona, y comenzaron a manifestarse y esparcirse rápidamente, causando bajos rindes productivos y mortalidad elevada. Debido a esto se comenzó a trabajar con planes sanitarios acorde a los resultados de los muestreos serológicos que se hicieron por varios años en toda la región, determinando un plan sanitario que controlaba estas enfermedades, mejorando parámetros productivos.Cuando se hablan de razas, se puede mencionar que en el inicio de los trabajos se implementó las razas carniceras, como ser Duroc Jersey, Hampshire, y algunas maternas como ser Landrace y Yorkshire, lo que hizo que la calidad del animal producido era mejor a lo que se contaba, gran porcentaje de sangre criolla que generaba bajos números productivos, propio de la raza.El objetivo fue mejorar los índices reproductivos de los rodeos, trabajando sanitariamente, con registros, alimentación y manejo con una producción de seis lechones/hembra/año con un solo parto en el 80% de los casos, a lograr 18 lechones/hembra/año. Este trabajo se realizó a través de capacitaciones, jornadas a campo, formación de profesionales en la temática, y el principal protagonista el productor, que sea acompañado.En el 2004, y como una acción concreta, el Inta Las Breñas acompañó la formación de la Asociaciones de Productores Porcinos, con productores de las localidades aledañas. Así se comenzó a trabajar capacitándolos en manejo, instalaciones, mejorar genética, sanidad, nutrición y alimentación.Los trabajos fueron intensos y se llegó a equilibrar los rodeos, pasando a aplicar técnicas reproductivas con el objetivo de avanzar en la mejora genéticas con mayor rapidez, y bajando el porcentaje de padrillos en los establecimientos.Inseminación artificial porcinaHablar y pensar en la inseminación artificial en cerdos en el Chaco, era algo inédito. Se escuchaba que la cuenca de producción porcina (Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires) hacía varios años lo implementaba en los grandes establecimientos intensificados. En 2003, el Inta de Las Breñas, comienza a trabajar haciendo hincapié, en mejorar los parámetros reproductivos de los rodeos y avanzar más rápidamente en la calidad de los rodeos, a través de la genética.El inicio de los trabajos de Inseminación Artificial fue en el rodeo porcino (50 madres en producción) de la E.E.A Inta Las Breñas, evaluando calidad seminal de los padrillos dadores de semen en diferentes épocas del año, el beneficio productivo en el rodeo de acuerdo al número de dosis inseminantes aplicadas a en las hembras, comparar eficiencia reproductiva entre monta natural e inseminación artificial, etc. Con estas investigaciones realizadas, se fue avanzando a nivel de campo, con los productores antes mencionados y capacitando al personal para la aplicación de esta técnica.Actualmente el Chaco cuenta con varios establecimientos que reemplazaron la monta natural por la inseminación artificial, ya que el crecimiento en el número de madres eleva el costo de mantener varios padrillos en el establecimiento. Algunos de los criaderos, netamente de producción carnicera, son los productores que comenzaron y fueron acompañados por Inta. Es el caso de Leandro Indurain (Sáenz Peña), Marcelo Corredera (Charata) y otros que también están implementando la técnica, localizados en Presidencia de la Plaza, General Vedia y San Martín, entre otros.La implementación masiva de la técnica de inseminación artificial posibilito en la región un centro genético de venta de dosis seminales porcinos, el cual se desarrolló entre el Inta y la Cabaña La Aurora, localizada en Concepción del Bermejo, Chaco en donde actualmente los productores pueden conseguir dosis seminales de calidad.Los resultados están a la vista y desde el punto de vista económico sería altamente recomendable implementar esta técnica ya que además de un beneficio económico trae aparejados otros tipos de ventajas como los son: Mejores rendimientos de producción (mejor conversión, GDP); disminución del número de verracos (menor espacio y costos); rápida mejora genética en las granja; aumento de la variabilidad genética de las granjas; mayor uniformidad de lotes con destino al matadero; acceso a verracos de alto valor genético; la inseminación es lo que llamamos tecnología de bajo costo pero de alto impacto; no existe un número mínimo de madres para incorporar este sistema; se requiere de una mínima inversión; aumenta la eficiencia de producción; se tiene acceso a verracos de alto valor genético; la inseminación en el costo de producción del capón influye en 1,7 a 2%.A nivel regionalLa inseminación artificial porcina actualmente se utiliza en todo el mundo, aunque el nivel de uso, y los sistemas adoptados varían entre los países en función de factores tales como la estructura de la industria porcina, el tamaño de los rebaños, los sistemas de distribución y el clima.En la región el Inta de Las Breñas fue el pionero en la actividad, por medio de su becaria de investigación la médica veterinaria María de los Ángeles González, egresada de
la Unne, este trabajo necesitó del montaje de un de análisis y procesamiento de dosis seminales porcinas y así lo elaborado era utilizado en los vientres del rodeo porcino. Con el crecimiento del sector a nivel regional, el Inta, hizo hincapié en pasar de ser un criadero de producción de carne y algunos reproductores, a ser una Cabaña, y vender exclusivamente reproductores (machos y hembras), obtenidos a través de la mejora lograda por el manejo exitoso de la técnica de inseminación artificial. En este sentido el éxito logrado fue el fruto del trabajo de un equipo liderado por María de Los Ángeles González con la licenciada en Genética Valeria Borelli, y lo cual posibilito la obtención de un biotipo de animal (cruza de Landrace X Yorkshire) de aptitud materna, adaptado a las condiciones climáticas.





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