Roberto Montechiesi, hombre de larga y proficua trayectoria como ingeniero agrónomo, especialista en temas y labores del cultivo madre de Misiones, la yerba mate, regresa al campo de la literatura con una publicación que tituló “Yerba Mate de ayer y de siempre… el cultivo desalambrado”. Desde el título, Montechiesi -que también es periodista-, pone en evidencia que, amén de sus conocimientos en el campo yerbatero, hay también en él un innegable sentimiento que podría nominarse como “amor por la actividad de plantar, tarefear y otras tareas hasta llegar al mate diario en todas sus versiones. Bajo el nombre de su libro, el autor descubre, para muchísima gente, lo que pocos, ya sean, turistas o misioneros, han tenido alguna vez en cuenta: que los yerbales no están alambrados. Eso llama a pensar en un terreno sembrado, cultivado y presto a ser cosechado, que de ninguna manera priva a los habitantes de la zona de la libertad de transitar (a pie) los sitios que fueron antes capueras o montes. Es posible que esa libertad pueda estar vinculada con el mate cebado o en cualquiera de sus formas (cebado, cocido o tereré). La infusión nacional establece comunicación, amistad y diálogo entre quienes integran una ronda matera. Ahora bien, el libro de Montechiesi no es una obra romántica, ficcionaria ni de narraciones o cuentos. Como un eslabón que se iniciara con las anteriores publicaciones de este autor, el libro está dedicado al conocimiento de la actividad yerbatera en sus aspectos comerciales, industriales, económicos y ubicación histórica y geográfica. No obstante, como poeta que ha obtenido varios lauros en su devenir como tal, ha agregado una suerte de apéndice con poemas de su propia creación. En detalleLa publicación es un lujo realizado en papel ilustración a todo color, destacándose las viñetas obtenidas con obras del recordado Mandové Pedrozo, a quien el autor une a Carlos Martínez Alva en la sección “El color y la rima” y las historias que se ofrecen en la reproducción de “Una carta con historia” de Benito Zamboni (Santa Ana). Todo ello conduce a un compromiso asumido con la publicación de “Yerba Mate de hoy, de ayer y de siempre”, en procura de “impulsar el desarrollo de la vida rural ante el acelerado y peligroso deterioro ambiental”.Pero también Montechiesi sugiere: “buscar el mejor aprovechamiento de los recursos naturales” teniendo en cuenta, “potencializar la explotación sustentable de los sistemas, usando los recursos orientando su conservación, empleando nuevas matrices tecnológicas acordes a la heterogeneidad productiva, promoviendo la agricultura integrada vertical y aprovechando regionalmente la potencialidad de los productos”. Mensaje de la contratapa "Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, cuatro países hermanados por la calidez y la libertad del mate. Una libertad que destacamos en el título de la presente publicación, porque es un cultivo desalambrado, sí… los yerbales son libres. Calificativo que se reafirmó aún más cuando al gran caudillo don José Gervasio Artigas lo siguieron con gran devoción no sólo los hermanos charrúas sino también los guaraníes y los chaqueños.Ellos los que deseaban vivir en la mítica tierra sin mal, supieron reconocer un gran movimiento de rebeldía, de libertad y el nacimiento de una nueva patria que los acogiera, en la que podían integrarse y que les reconocía sus derechos”.





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