Cuando tenemos un conflicto con otra persona, solemos atribuirlo a la incompatibilidad de objetivos. En base a ello buscamos una solución sin haber analizado la estructura que lo define. Adelantarnos a pensar en una solución sin haber realizado esta exploración hace que pasemos por alto algunos elementos que lo componen lo que nos llevará a una solución pobre.Según John Paul Lederach, existen tres elementos que interactúan, siempre presentes en la estructura de un conflicto, y los define como las 3 “P”: Personas, Proceso y Problemas.Si bien un conflicto con varias personas o grupos siempre parece complejo y confuso -a veces con pocas también lo es- para comprenderlo y regularlo con éxito hace falta claridad. Una sugerencia es hacer “un mapa” del conflicto, en base a estos tres elementos, para saber, figurativamente, dónde estamos y hacia dónde vamos. Simplificando y siguiendo el esquema de personas, proceso y problema, el mapa se construye sobre los siguientes puntos:• Las personas. Para determinar la magnitud del problema es importante responder las siguientes preguntas: ¿quién o quiénes participan directa o indirectamente?¿Quién o quienes tienen el liderazgo? ¿Cuáles son las bases de influencias y poder? ¿Qué tipo de alianzas y coaliciones existen? ¿Cómo perciben el problema y como lo describen? ¿Como los afecta? ¿Cuáles son sus emociones y sentimientos? ¿Qué intensidad alcanzan? ¿Qué soluciones sugieren? ¿Qué necesidades e intereses representan? ¿Cómo se puede replantear la situación para mejorar la relación?• El Problema. Las personas directamente implicadas en un conflicto, a menudo se limitan a definir la cuestión exigiendo las soluciones que a ellas les convienen, sin tener en cuenta y sin escuchar las preocupaciones y razones del otro. Debemos traer a la luz las verdaderas preocupaciones y las necesidades de fondo de todas las partes, ya que, si nos guiamos por lo que define como “problema” una sola de ellas estaremos parcializando la solución. La gente suele mezclar sus sentimientos y sus necesidades de fondo con los hechos ocurridos, confundiendo todo. El análisis debe contribuir a separar estos puntos, a separar la persona del problema.• El Proceso: Refiere al modo en que un conflicto se desarrolla y a la manera en que la gente trata de resolverlo. Aquí entra la faceta de poder, de quién influye, y de quién tiene o no tiene voz.Realizar este análisis del conflicto nos permitirá abordarlo de la mejor manera, si elegimos mal el proceso, o dejamos personas afuera, o definimos mal el problema, la cuestión podrá diferirse en el tiempo, pero lejos estaremos de solucionarlo. Sólo si se aborda de la forma adecuada podremos evitar que reaparezca disfrazado ocasionándonos mayores costos para su solución.Colabora: Valeria [email protected] 3764510132





Discussion about this post