Los lectores pueden formarse ideas sobre las emociones, las motivaciones y las ideas de los otros y trasladar esas experiencias a la vida real. Así lo afirma Keith Oatley, psicólogo y novelista, en una revisión de un estudio sobre los beneficios de la lectura para la imaginación que publicó en Trends in Cognitive Sciences.En este nueva investigación se aportan fundamentalmente dos estudios que apoyan la tesis de Oatley. En el primero de ellos se pedía a varios participantes que imaginasen una escena a partir de escuetas frases, tales como “una alfombra azul oscuro” o “un lápiz de rayas naranjas”, mientras permanecían conectados a una máquina de resonancia magnética. La escena que debían imaginar, a raíz de las pistas que les iban dando, era la de una persona que ayuda a otra a la que se le ha caído un lápiz al suelo. Oatley explica que con tan sólo escuchar tres frases se produjo en los participantes la mayor activación del hipocampo, una región del cerebro asociada con el aprendizaje y la memoria. “Los escritores no necesitan describir escenarios de forma exhaustiva, sólo tienen que sugerir una escena y la imaginación del lector hará el resto”, añade. La teoría de Oatley, que es profesor emérito de psicología aplicada y desarrollo humano en la Universidad de Toronto, se basa en que la ficción simula una especie de mundo social que provoca comprensión y empatía en el lector. “Cuando leemos ficción nos volvemos más expertos en la comprensión de las personas y sus intenciones”, explica el investigador. Esta respuesta también se encuentra en las personas que ven ficciones televisivas o que juegan a videojuegos con una historia narrativa en primera persona. Lo que es común a todas las modalidades de la ficción es la comprensión de las características que asignamos a los personajes, según Oatley.Fuente: elpais.com





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