Señora Directora: Es paradójico y, de alguna manera, estúpido que la imprudencia y el alcohol sigan siendo responsables de innumerables accidentes viales con su obligada cuota de pérdida de vidas humanas. Quien cotidianamente se detenga a leer las páginas de Policiales de los diarios, verá que Misiones es la provincia del Nordeste Argentino (NEA) donde proporcionalmente y en números totales ocurren estas tragedias productos de la imprevisión humana y la falta de respeto hacia la propia vida y la del prójimo.Y aunque entienda la importancia del amor paternal, resulta incomprensible ver como algunos padres les permiten a sus hijos disponer de sus vehículos estando alcoholizados. Así como salir en defensa de la inocencia de ellos en caso de que una tragedia los tenga como sus responsables (y por exceso de alcohol). Son quienes, no sólo niegan los hechos, sino presionan sobre la Justicia para que se diluyan las responsabilidades penales y los jóvenes no reciban el merecido castigo por las muertes y heridas provocadas.Claro que todo es parte de una enorme cadena de impunidad, donde además de jueces tolerantes y la complicidad paternal, están autoridades y otros conductores que son incapaces de brindar el ejemplo necesario. Se los ve conduciendo ebrios y se molestan si se los descubre.





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