A la batería de pruebas que aseguran tener los investigadores en contra de los tres detenidos por el crimen de Enrique Heriberto Faubel (66) se le sumó en las últimas horas otro elemento que puede resultar fundamental para cerrar el cerco: las fuentes confirmaron que bajo las uñas del empresario arenero se hallaron cabellos y otros restos biológicos.Se trata de muestras que serán sometidas a cotejos genéticos para establecer si, como sospechan los detectives, alcanzó a “tomar” la víctima en plena lucha “cuerpo a cuerpo” con sus asesinos. Y de eso los pesquisas ya no dudan: Faubel demostró enorme coraje en busca de sobrevivir, pero los dos disparos que recibió -el primero en el abdomen y el segundo en el rostro, a corta distancia- no le dejaron chances.Reconstruir esos últimos minutos de vida fue posible en gran parte gracias al trabajo profesional de los científicos de Criminalística de la Unidad?Regional?III, con asiento en Eldorado, quienes trabajaron a la par de los hombres de la brigada local y de la Dirección Homicidios de la Policía provincial.Mediante las gotas de sangre con las que se toparon los uniformados fue que se pudo saber, por ejemplo, que Faubel efectivamente fue sorprendido en el portón de su vivienda de la calle Hobecker s/n del barrio Lomas del Talar, en Eldorado, por los tres delincuentes, alrededor de las 19 del martes 5 de julio.Creen los investigadores que la víctima alcanzó a correr hacia el interior de la vivienda. Sospechan eso porque en el camino quedaron diseminadas sus alpargatas, a una distancia significativa que permite suponer una carrera a velocidad.Faubel corrió hacia su habitación. ¿Buscaba algún elemento para defenderse? No se sabe. Lo cierto es que esa tenaz resistencia le costó la vida: fue en ese momento -creen los investigadores- que recibió los disparos mortales.Otro dato novedoso surgió en las últimas horas con respecto a la escena. Los pesquisas secuestraron en la propia cama de la víctima, a centímetros de donde cayó malherida, un precinto plástico de seguridad. La teoría de los investigadores es que los delincuentes intentaban maniatar al empresario y, bajo amenazas, pedirle el dinero que creían que tenía.Ese es otro punto que busca aclaración. Resulta que una de las líneas investigativas dice que Faubel, en realidad, no había vendido un camión días antes del crimen, si no que se lo había prestado a un familiar que se dedica al mismo rubro. ¿Tenían los ladrones una pista errada y fueron por una suma de dinero que no existía? Otra pregunta que los policías buscan responder.Con poco y nada se sospecha que escaparon los ladrones. Para la Policía, son ellos los tres detenidos -de 25, 28 y 43 años- que por estas horas permanecen alojados en la Unidad Penal III de Eldorado a disposición del magistrado Roberto Saldaña, titular del Juzgado de Instrucción 1 de la Tercera Circunscripción Judicial, con asiento en Eldorado.Los tres fueron trasladados ante el juez el último sábado y se llamaron a silencio. No obstante, las primeras pericias orientativas, como el examen de parafina, dieron positivo para dos de ellos. Además, la huella ensangrentada de una zapatilla que coincide con uno de los calzados secuestrados en casa de uno de los arrestados sienta las bases en las que se apoya la acusación de los investigadores.Todo para periciasAdemás de los restos biológicos hallados bajo las uñas de Faubel, los investigadores también tienen previsto realizar cotejos genéticos sobre otros elementos incautados en la escena, tales como el precinto con el que los delincuentes intentaban reducir a la víctima, así como los proyectiles que fueron secuestrados en la escena.Esa munición, calibre nueve milímetros, aparentemente cayó al suelo en medio de la gresca y los disparos, presumiblemente porque el cargador del arma utilizada por los homicidas no se encontraba en las mejores condiciones.La billetera de la víctima y un “error” que puede resultar claveComo este diario había informado días atrás, una de las pruebas fundamentales en las que los investigadores policiales sustentan la detención de los tres sospechosos tiene que ver con el hallazgo de una huella impresa en la sangre de la propia víctima, en su habitación.Casualmente, un par de zapatillas con el mismo dibujo en la suela que el levantado a un costado de la cama de Faubel fue secuestrado en el allanamiento realizado en la vivienda del más joven de los involucrados.Al respecto, los detectives tienen una teoría sobre cómo esa huella quedó impresa en la habitación y permitió sumar un punto más en el expediente.Los investigadores sospechan que la situación se salió de control y los ladrones optaron por ultimar al empresario. Entonces, insatisfechos por la presencia del botín que esperaban, decidieron llevarse al menos la billetera de Faubel, que al parecer guardaba en sus pantalones.Uno de los autores se acercó al cuerpo y lo “tanteó” en busca de ese elemento, que finalmente encontró y se llevó. Nunca imaginó que esa acción dejaría marcada para siempre su presencia.





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