Utilizar lo que la naturaleza nos provee para sanar cobró interés e importancia desde hace unos años. En la Capital de la Madera está el grupo Mburucuyá, formado por unas diez mujeres que desde hace 16 años estudian y practican el método bioenergético para diagnóstico y además, preparan los medicamentos, jarabes, tinturas utilizando platas de la región. Incorporaron también masajes y el tratamiento de flores para los problemas emocionales. Silvia Ferreira, integrante del grupo, contó a PRIMERA EDICIÓN que “aprendimos el método de consultas bioenergéticas que se hacen mediante la energía, a través de la Pastoral Católica, hace 16 años. La gente viene, hace la consulta y nosotros mismos preparamos los remedios. Todo lo hacemos con plantas sin utilizar químicos, preparamos jarabes, cremas, muy parecido a lo que hacen en Posadas (en el Centro de Espiritualidad Desde El Alma, fundado por la hermana Leonita). También se hacen masajes”, explicó.Este grupo de “sanadores” trabaja los lunes y los viernes de 8 a 11 en un salón que les presta la Parroquia San Juan Neuman en San Vicente “es el salón donde antes funcionaba la parroquia, atendemos esos días y los martes nos juntamos para preparar los medicamentos, limpiar el salón y para trabajar lo espiritual nuestro”, dijo Ferreira.El grupo Mburucuyá se preparó hace muchos años en utilizar el método “bioenergético del doctor Inoue Áton (ver recuadro), cuando aún pertenecíamos a la diócesis de Puerto Iguazú y estaba el obispo (Joaquín) Piña. Ahí comenzamos. Después seguimos, nos fuimos capacitando, el que sabía aportaba algo, y fuimos implementando cosas, nosotras mismas fuimos descubriendo las plantas curativas, qué propiedades tienen y a trabajar sólo con lo natural, no tenemos nada que no sea natural. Dentro de esos años de aprendizaje también incorporamos el tratamiento de flores misioneras, que aprendimos con la gente de Ruiz de Montoya, que ayuda a tratar los problemas emocionales”, contó Ferreira.Productos de la tierra que curanTambién explicó que la gente se acerca muchísimo a consultarles “en nuestro grupo tenemos doctores y doctoras que trabajan con lo natural e incluso son coordinadores de nuestro grupo. La gente se acerca y hace la consulta y nosotros le recetamos nuestros medicamentos. El que puede pagar lo hace, porque de esa forma nosotros mantenemos nuestro stock de medicamentos y también de esa forma podemos ayudar y darle el tratamiento al que no puede pagar. El grupo trabaja ad honorem. Porque este método lo iniciaron monjas y sacerdotes cristianos en Formosa, estaban en un lugar donde la gente era muy humilde y no tenía cómo comprar medicamentos y comenzaron a tratarlos con yuyos. Esto ocurrió hace 26 años y después se fueron incorporando los laicos y se expandió. Nosotros tuvimos y tenemos el acompañamiento de la hermana Javier, es española, tiene 85 años y aún trabaja acá. Ya no atiende, pero sigue con el estudio de plantas. Ella aún vive aquí en la parroquia San Juan Neuman”, dijo. Compartir experienciasCompartir conocimientos es fundamental para el trabajo que hacen, por eso “tenemos encuentros zonales, donde nos fortalecemos nosotros y enseñamos lo que sabemos, hacemos intercambio de conocimiento, porque aprendemos cosas nuevas de otros grupos del país y del mundo porque una vez por año tenemos un encuentro en algún punto de la Argentina, este año se hace en Buenos Aires, el año pasado fue en Tucumán, donde nos juntamos todos los que trabajamos con lo natural, tanto en medicina como orgánicos en la huertas. Al principio eran encuentros nacionales y ahora ya son internacionales porque viene gente de Brasil, Paraguay, Francia, Estados Unidos, son intercambios increíbles, los que nos ayuda y nos fortalece es que la gente utiliza mucho nuestro método, es un intercambio hermoso”, indicó. En la Zona Centro el Grupo Mborucuyá es el único que trabaja con el método bioenergético. Ferreira comentó que con remedios naturales “hay grupos trabajando en El Soberbio y Oberá”, también. La búsqueda del contacto del ser con la naturaleza, el volver a la tierra, a la sanación energética, es una constante en este siglo XXI. Un poco de historiaHay un artículo de Carlos Castiglioni, que explica muy bien de dónde viene el método bioenergético. “La bioenergética es la energía de la vida. Es una nueva técnica para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, basado en la sabiduría del inconsciente humano. Esta sabiduría, según lo garantizan eminentes psicólogos, es innata e igual para todos, por lo tanto, no depende de ningún estudio. Es un método simple que utiliza sólo los dedos entrelazados en un anillo, hechos por una persona que examina. Apareció en Nueva York, descubierto por un médico japonés, Yoshiaki Omura en 1989. Pero quien adaptó el método y lo llamó bioenergética fue el doctor Inoue Áton Nicaragua (América Central). En Santa Catarina, Brasil, un sacerdote jesuita que trabajó en la región aprendió esta técnica con el Dr. Atón y la llevó a Brasil en 1993. Hoy en día ya existe en todo el Brasil”. “Sabemos que hoy en día existen energías fundamentales que rigen la vida y nos dirige tanto a la integridad física, mental, emocional, así como en su desequilibrio puede causar trastornos patológicos. Esta técnica se ha aplicado a este tipo de energías negativas, bloqueado, paralizado, puede ser corregido y con ello restablecer la salud de nuevo”.Fotos: Gentileza Félix Luz





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