Saldaña corrió para su análisis al fiscal Edgar Francisco Doldán, la imputación por “apremios y lesiones” de los tres uniformados que estaban en la guardia el día mencionado. La principal sospecha de lo sucedido es que el adolescente fue reducido frente al hospital zonal y subido al patrullero en plena madrugada y llevado hasta la orilla del río Paraná, en inmediaciones del club de Pesca de Montecarlo.Allí habría sido golpeado con una varilla en la espalda, presuntamente porque habría participado de un hecho delictivo. En cuanto al vehículo en el que fue trasladado, el rastreo satelital apuntó que estuvo en la zona mencionada. Conocido el episodio, los involucrados de forma directa y los jefes de la comisaría de Montecarlo, fueron apartados de sus funciones.De acuerdo a fuentes de este medio, el testimonio de la abuela y tutora de la víctima fue desestimado. La mujer aseguró que el menor no fue atacado por los uniformados, sino que participó de una pelea con otros jóvenes. Pero fue la única persona que señaló tal hipótesis, en sentido diferente al de los testigos que manifestaron que la última vez que fue visto el joven fue cuando lo obligaron a subir al patrullero frente al hospital de Montecarlo.Vale recordar que el menor fue trasladado al Samic de Eldorado tras ser asistido por efectivos de Gendarmería, a quienes le relató que fue masacrado a golpes por los policías que lo detuvieron sin motivo y le provocaron las lesiones en la espalda, glúteos y piernas.El médico policial certificó entonces: “Traumatismo contuso en la región costal, hemitórax anterior izquierdo y ambos glúteos, múltiples hematomas longitudinales en sección dorsal (espalda) compatibles con lesiones causadas por vara”.




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