Nuestro mundo occidental se caracteriza por ser básicamente “individualista tirando a egoísta”, esto significa que “todo para mi” es lo básico, donde todo lo que existe se dirige hacia uno, llamado también egocentrismo.Una idea, un logro, una acción se lo “barniza” como un logro personal, y creo que en este mundo “nada” es individual, todo es producto de la acción y el pensamiento cooperativo de “muchos”. Desde aún antes de nuestro nacimiento, millones de personas vivieron para perfeccionar y modificar toda nuestra herencia, luego el cariño que rodeo nuestro nacimiento, crianza, estudios, alimentación, etc., todo esto se hizo para premiar y desarrollar mi individualidad, pero no mi “egoísmo”.Lo grupal se pierde en la marea de hechos aislados, pero lo peor es que de esta forma estamos educando a nuestros hijos, una pregunta clave es ¿Esto es de ahora o hay algún antecedente?Epicteto hace dos mil años, fue un esclavo que enseñaba que las situaciones y hechos de la vida se dividen en las que dependen de mi y las que no dependen de mi, por ej. no depende de mí la muerte, ni la fama, ni mi enfermedad, porque estaban determinadas por el destino, por lo que sería insensato preocuparme o desesperarme por ellas, lo sabio es conformarse con ellas, alegrarse de su destino y tratar de cumplir lo mejor posible el papel que nos ha sido destinado desempeñar, sea como esclavo, emperador o artesano.Lo que si depende de mí, son mis pensamientos, mis opiniones, mis deseos o en una palabra todo acto del Espíritu, porque esto es lo único que puedo modificar. Aunque yo creo que en toda situación podremos ver, que algo de participación tenemos, por ej. Epicteto consideraba que la muerte no dependía de uno, pero sin duda una persona sedentaria que no se mueve, fumadora y obesa tiene mayor posibilidad de encontrarla ántes, que un atleta flaco y no fumador. Según Epicteto, el pensar si bien es un hecho que se consuma y se concreta en cada individuo fruto de su esfuerzo mental, y que por lo tanto depende de uno, no es tan así.Pensar depende de una arquitectura cerebral y corporal, traída por nuestra herencia evolucionada en millones de años, depende del estado físico, psíquico y espiritual con que fui criado y educado, depende de la calidad y cantidad de experiencias que tuve, y también de la “historia del pensamiento o de las ideas” que me precedieron.Esa “historia del pensamiento” previa, es un edificio de ideas construido por millones de seres que me precedieron, que experimentaron similares vivencias a las mías, que reflexionaron sobre ellas teniendo su particular visión, y que si las aprovecho podré tener una mejor óptica sobre mi presente. Nos guste o no, mi pensar es una suma, resta, innovación y fusión de los innumerables pensamientos que me anteceden, que tengo la obligación moral de profundizarlos y conocerlos más, por el esfuerzo y el empeño que millones de seres antes que yo tuvieron.El edificio de la “historia del pensamiento” tiene ladrillos que son “ideas”, que no son fijas ni inamovibles, pueden cambiarse, alterarse o modificarse, posibilitándome la inmejorable y espléndida oportunidad de aportar mi “ladrillo idea” o por lo menos modificar alguno.Esta es en parte una vida útil, que no pasó desapercibida en la maraña entrelazada de la historia de la especie humana, aportar un pequeño o gran granito de arena en este edificio de “ideas”.Esta es la semejanza a Dios que poseemos, que somos como “El” productores de ideas, y todo aporte que hagamos por mínimo que sea, apuntalará o desestabilizará ese edificio de ideas, de ahí la responsabilidad por lo que hagamos, podemos aportar material de primera calidad o solo humo, alimento o veneno, amor u odio. Nuestro “tesoro” es la cantidad de “ideas” que tenemos y la forma en que las ponemos en práctica, que mostrará la interpretación y el ajuste a la realidad, originando nuestro comportamiento, demostrando nuestro nivel de inteligencia, que es ni más ni menos como enfrentamos un problema y ver una nueva posibilidad de solución más creativa.Ser inteligente además es saber manejar las emociones, tener motivación, es poder relacionarnos con otras personas en situaciones complejas y diversas, encontrando soluciones novedosas y lograr una mejor adaptación al medio, es saber cada uno sus talentos, como aprovecharlos y no derrocharlos, entendiendo las oportunidades que se nos presentan.La Inteligencia no es solo la capacidad de resolver un problema matemático o la comprensión de una lectura, es entender lo más importante de una situación o concepto, es la habilidad para adquirir un vocabulario nuevo o conocimientos originales, para otros es la capacidad para adaptarse a situaciones inesperadas.La inteligencia incluye “entender” nuestra cultura, las habilidades sociales y particulares, la experiencia adquirida, el humor, la sensibilidad, la ironía, la creatividad, y la sociabilidad.Aunque una generación parece ser más inteligente que la anterior, quizás por una mejor alimentación y mejoras ambientales, también es por la suma de las inteligencias individuales que lleva necesariamente a un mejor resultado colectivo o Inteligencia colectiva, que surge de la colaboración del conjunto de las personas entre si.Se considera que la inteligencia colectiva como idea y práctica, estuvo en la cabeza del hombre y existió siempre, en más de una oportunidad cuando las familias, tribus, sociedades se unieron y se desplegaron, para usar colectivamente los logros individuales y ponerlos en práctica.La comunicación por el lenguaje oral y escrito, permitió trasladar las ideas útiles a través de las generaciones, y se institucionalización con la educación y las bibliotecas, posibilitando hacer circular el conocimiento que se produjo en la sociedad y permitir su aprovechamiento colectivo.Hoy tenemos una nueva forma de “inteligencia colectiva” a través de “internet” , donde millones de personas están conectadas accediendo a una red de conocimientos que va en muchas direcciones, siendo universal e interactiva, habiendo enciclopedias como Wikipedia, donde miles de personas de todo el mundo contribuyen a su elaboración.Sabemos que el aislamiento daña al hombre, y todo lo que contribuya a mejorar la interacción social, desarrollará nuestra “inteligencia colectiva”, por lo que ahora entendemos mejor que el pensar, decir y hacer, -¡No solo es mío, sino de muchos!-.Por J.L. Bazán – MédicoDeseo tu opinión:[email protected]





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