Y hoy enseña ese arte a mujeres y jóvenes convencida de que en la superación de los miedos se encuentra la verdadera libertad.El viaje es una manera dramática de hablar de lo que ocurre cuando nos volvemos conscientes, el que viaja es quien logra cuestionar esos mandatos y decidir por sí mismo.Para volvernos conscientes debemos poder mirar las historias que le dieron forma.Entonces surgen las preguntas que son el gran camino al crecimiento: ¿Quién soy yo? ¿Cuáles son mis valores? ¿Cómo viviré en el mundo?Cuando uno empieza a hacerse esas preguntas en un área de la vida naturalmente esta libertad se desparrama hacia los demás. Eso es recuperar la autoridad sobre la propia vida, no autorizar a nadie a controlar por ti. Las mujeres nos hemos ganado el derecho a esa alineación. He vivido hasta hora con la idea de que todo está destruyendo el planeta.Mirá el desastre espantoso que está ocurriendo en la contaminación.Pero nunca dejé de vivir plena de asombro. Hay que vivir con una sensación de asombro constante aún en un mundo que alberga el terror. Ese el gran desafío. ¿Cómo aprendo a confiar y a ser compasiva en un mundo donde hay tanto mal? ¡Es el gran viaje! ¿Nos animamos a ser personas amorosas en un mundo plagado de peligro, odio y terror? Bueno. ¿Qué pasa si no?HaikuEl propio vuelologró volar un díacasi un milagro…Colabora: Aurora Bitó[email protected]





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