En una mediación entre dos ex cónyuges, conversábamos a fin de acordar el tiempo que compartiría cada uno con su niña de tres años y medio, y cómo transitarían el proceso del re encuentro del padre de la niña con ella, ya que hacía casi un año que no la frecuentaba.El señor, a quien llamaremos “L.”, quien se expresaba con dificultad y hablaba un “portuñol” cerrado pero no por eso menos rico en sensaciones, con gran esfuerzo intentaba explicar a su ex, por qué consideraba importante su presencia en la vida de su hija y por qué, pese a saberlo, se había alejado de ellas.En un relato casi monosilábico explicó con profunda y evidente tristeza que, cuando quedó sin trabajo y sin recursos económicos, le daba mucha vergüenza no tener nada para llevar a la casa y no poder mantenerlas. Me emocionó en su simpleza para representar algo tan fuerte y necesario como es la presencia del papá en la vida de los niños y a la vez, su condicionamiento limitante por no poder cumplir con el "rol de proveedor económico de la familia".En los conflictos, los estereotipos y las creencias constituyen bisagras que pueden impulsarnos al cambio o estancarnos, son de los más fuertes obstáculos para superarlos. Los patrones o moldes que tenemos en nuestra mente nos llevan a percibir o crear la realidad de acuerdo a ellos.Entiendo que esta creencia arraigada en la sociedad respecto al rol proveedor que deben cumplir los padres, paulatinamente está siendo superada por una realidad que muestra que este rol se puede compartir.Si bien para muchos padres constituye un desafío es a la vez, una oportunidad para adentrarse en otro rol: "proveedor afectivo de los niños", antes propio de la madre.La paternidad es una de las tareas más importantes y desafiantes para todo ser humano y a la vez la más gratificante. Estos cambios le dan una gran oportunidad a los padres para crear relaciones cercanas y de verdadera confianza con sus hijos, una oportunidad de ser una presencia determinante en sus vidas.Como dijo L. "no se puede ser padre si no se está ahí".A esos héroes que ayudan a salir al mundo a los niños, que les dan la confianza, los que sonríen y abrazan a pesar del desorden y las cuentas por pagar; los que ajustan sus horarios para poder estar a las 11.20 buscándolos en el cole; a los que cuentan cuentos; a los que están lejos y llaman por teléfono; a los que acompañan desde el silencio; a los que están tomando fuerzas para hacer el cambio; a los que están acá y a los que nos cuidan desde el cielo como el mío, muchísimas felicidades en este día. Especialmente a L. que hoy lo comparte con su hija. Este es el mejor momento del mundo para hacer de nuestros hijos grandes hombres y mujeres, a disfrutar de esta maravillosa tarea.Colabora: Valeria [email protected] 3764-510132





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