La leche de cabra es la mejor opción a la intolerancia de los lácteos tradicionales.El 10% de nuestra población infantil es intolerante a derivados de lácteos vacunos. Por su cualidad hipoalergénica, la leche caprina es ideal para estos casos, inclusive para aquellos niños ( 20 al 50%) que reaccionan adversamente a otros tratamientos.Por sus proteínas, vitaminas y sales minerales, son sorprendentes los resultados. También es beneficiosa para los adultos: el 40% de los pacientes intolerantes a la leche vacuna tolera perfectamente a la leche caprina, siendo también un excelente complemento nutricional para ancianos.La leche de cabra también nutre y no engorda. Al ser fundamentalmente acuosa, de grasa fina (diez veces más simple que la de vaca), ligera, digestible y de cadena corta, no se deposita en los tejidos (es cardio-saludable) evitando convertir a nuestros niños en potenciales adultos con problemas de colesterol y sobrepeso. El consumo regular de la leche de cabra reduce la permeabilidad intestinal, la inflamación y los daños a las vellocidades. Estas propiedades también pueden intervenir en el reforzamiento de la función de la barrera gastrointestinal, reduciéndose así la oportunidad que tengan los alergenos alimenticios de pasar al torrente sanguíneo. Se ha observado que los niños alimentados con leche de cabra y sus derivados tienen mejor peso, mayor estatura, mineralización en los huesos y en el plasma sanguíneo una alta densidad en vitaminas A, tiamina, rivoflavina (vitamina B2), niacina, calcio y hemoglobina. Colabora: Romina ChangDietética Hogar4433922





Discussion about this post