La Policía <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/222782/san-ignacio-en-allanamiento-rescatan-a-tres-ninas.html">rescató el viernes, hacia las 20.30, a tres niñas, de entre 12 y 14 años, que en condiciones de cautiverio eran explotadas sexualmente</a> y reducidas a paupérrimas condiciones de existencia. En esa ocasión, el dueño de la propiedad, de 56 años, fue arrestado y puesto a disposición del juez de Instrucción 6 de Posadas, Ricardo Walter Balor.No se sabe desde cuándo comenzó el accionar de este hombre pero, en este caso puntual, la investigación se inició en febrero pasado a partir de la desaparición de cuatro menores de edad.Ese mes, la madre de dos de ellas se presentó en la Comisaría de la Mujer, en San Ignacio, y radicó la correspodiente denuncia.Las actuaciones fueron remitidas de inmediato a la Justicia Federal -interviene Oberá por cuestiones de competencia- que, increíblemente, no tomó carta en el asunto ante la probable existencia del delito de Trata de Persona.Por eso, adquiere otra dimensión la actuación del juez de Instrucción 6 de Posadas, Ricardo Walter Balor, quien dispuso el allanamiento de la casa del horror y la detención -si correspondía- del propietario.Elogiable accionar, sobre todo si de por medio están en juego las vidas de inocentes, privadas de su libertad y sometidas a lo peor que pueda imaginarse para la especie humana.Allí fueron rescatadas y liberadas de su cautiverio tres niñas, de 12, 13 y 14 años. No trascendió si alguna de ellas es hija de la mujer que dio inicio a la investigación, en febrero pasado.Las tres fueron llevadas ayer a un centro asistencial para los exámenes médicos de rigor, para descartar que hayan sido afectadas con alguna enfermedad infectocontagiosa.Los investigadores requisaron cada rincón de la construcción pero centraron su atención en dos sectores: un sótano ubicado debajo de una cama de dos plazas, en una de las habitaciones de la vivienda, y en el cielorraso.Allí encontraron rastros, vestigios y hasta restos de comida consumida durante semanas en lamentables, paupérrimas o el calificativo que se le ocurra para graficar las condiciones de existencia en que estaban las víctimas.En el lugar se secuestraron profilácticos, ocho celulares, prendas de vestir femeninas -algunas con manchas de sangre-, pendrive y la suma de 75 mil pesos en efectivo.Mientras se intenta determinar la procedencia de ese dinero, aunque todo hace presumir un origen de actividades non sanctas, los detectives se aprestan a adentrarse en los laberintos informáticos de la notebook incautada en la casa de calle Paraguay.El presentimiento de imágenes de pornografía infantil, subidas a internet, desvelaba ayer a los sabuesos de la Policía de Misiones; aunque no dejaba de ser eso: un presentimiento.Mientras se aguarda el momento oportuno para que las menores puedan prestar testimoniales en Cámara Gesell, el único detenido quedó a disposición del Instrucción 6 de Posadas. No se descarta que, incluso, afronte cargos en la Justicia Federal por Trata de Personas, si es que esta se decide a actuar.





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