Señora Directora: Sobre la incidencia negativa que provoca el tabaco en la salud del que fuma ya se ha publicado bastante. Solamente quiero colaborar con aquel que no puede dejar de hacerlo.Expondré un método para dejar de fumar no tan traumático como el que de querer dejar de hacerlo de un día para otro, pues se trata de dejar de fumar, fumando. El resultado exitoso cuanta con mi experiencia personal.Desde los diez años de edad me inicié en ese vicio. Fumaba cigarros, cigarrillos y también mascaba tabaco. A los 40 años me di cuenta que estaba totalmente enviciado y, por haber leído estadística, sabía que no era fácil fumando superar los 65 años de edad.Entonces, inventando adopté un método no tan traumático para dejar de fumar, fumando. Tiene horarios fijos y ni un solo minuto de tolerancia, se debe cumplir a raja tablas para adaptar la voluntad.Si durante el día comienzas a fumar a las 7, desde el inicio del método podrás fumar todo lo que quieras después de las 8 (ni un minuto antes). Debe desaparecer el cigarrillo con el mate: el mate sí, el pucho no. Toda esta norma se cumplió la primera semana; después de las 8 fumá lo que quiera.La semana siguiente arrancarás con un cigarrillo prendido nunca antes de las 9: después de las 9 fumá lo que quieras. La próxima a las 10, después a las 11, las 12 y así sucesivamente.El cigarrillo de las 12 en la semana correspondiente podrás fumarlo, pero evitarás hacerlo después del tradicional cigarro por el almuerzo.Cuando llegues al de las 15 o 16 te darás cuenta que adaptaste tu mente y pasaste toda la mañana sin fumar. No fue traumático sino que siempre 15 minutos antes de la hora permitida, te invadirá la desesperación por fumar un cigarrillo. Entonces, como eres un ser pensante y fuerte expulsarás a eso de las 16 el tabaco de tu vida y háblate a ti mismo diciendo con toda dicción: ahora, o nunca podré separarme del tabaco pensando que estadísticas limitan a 67 años la vida para los fumadores.Yo fumé hasta los 40 y estoy cerca de ser octogenario porque hace 38 años que me separé del tabaco. Intentamos llegar bien a los 100, sin tabaco, porque con él es imposible.Lo importante del método es darse cuenta después de haber cumplido estrictamente con él (más o menos el servicio de las 16) que antes de esa hora nuestra mente nos había acostumbrado a no sentir la necesidad de fumar. Había pasado toda la mañana y parte de la tarde sin tener fuertes deseos de hacerlo; entonces me di cuenta de que mi mente ya estaba preparada para afrontar el resto y allí me propuse el nunca más.Es bueno también hacer notar la incidencia psicológica que, teniendo dominada mente y vicio, con menos sacrificio se puede dejar de fumar.Que Dios quiera que a alguien esto le ayude para separarse definitivamente del vicio de fumar, pues se dice que cocaína y tabaco son tan fuertes que producen el mismo efecto y, quizás, esto sirva para ambos.





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