En las últimas horas tomó fuerza la hipótesis de que hubo un entregador en el <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/222397/caso-lineski-menor-se-quebro-y-permitio-esclarecer-el-crimen-del-com.html">crimen de Valdemar Lineski, el comerciante de 51 años que murió tras recibir un disparo en el rostro el martes 24 de mayo</a>. Según los pesquisas, los ladrones al parecer consideraron que para que el plan no fallara se necesitaba una colaboración interna, que les precisara información sobre la víctima y que permitiera llevar adelante el robo. Ahora los investigadores indagan en el entorno de la víctima y ubican, bajo la lupa a una persona que sería del ámbito laboral de Lineski. Así lo informaron a PRIMERA EDICIÓN fuentes policiales quienes indicaron que se trataría de un empleado de la víctima, quien al parecer, mantenía conexiones con los dos hermanos detenidos el domingo, sindicados como los principales sospechosos del homicidio.De acuerdo a los uniformados, el empleado habría facilitado a los delincuentes horarios y movimientos de la víctima, días antes del robo seguido de muerte.El dato no es menor, por lo que se ordenó el secuestro del teléfono celular del sospechoso el cual, según el primer informe, habría borrado tanto los mensajes de texto como las llamadas telefónicas. Por ese motivo se solicitó una pericia exhaustiva del artefacto. En paralelo, la Policía inició un rastrillaje para hallar los teléfonos celulares de los detenidos con el fin de cotejarlos. Los detenidos Se trata de dos sujetos de 22 y 24 años, ambos hermanos e identificados como Vilmar A. y Andrés A., respectivamente, con domicilio en barrio Zona Industrial. Según se desprende de las evidencias y testimonios colectados hasta el momento, habrían sido quienes ejecutaron el siniestro plan, es decir robar a mano armada el negocio de la víctima, confió un vocero del caso. Para ello, le habrían solicitado a un adolescente de 16 años (quien de acuerdo a una denuncia se quebró al contarle lo sucedido a un agricultor el pasado domingo), que actuara de “campana”, agregó la misma fuente. Así las cosas, aquella fatídica jornada se dirigieron al barrio María Ana Mogas de San Pedro y asaltaron a Lineski. Luego del ataque, fue el mismo Lineski quien le manifestó a los investigadores policiales que momentos antes se encontraba en el almacén que posee frente a su vivienda, cuando ingresaron dos sujetos desconocidos, ambos con capuchas en la cabeza, portando uno de ellos un arma de fuego y le sustrajeron dinero en efectivo y cigarrillos. En momentos de darse a la fuga corriendo, uno de los autores abrió fuego contra el comerciante y el disparo le impactó en la mandíbula izquierda. La investigación avanzó, incluso hubo cuatro demorados que ya recuperaron su libertad, hasta que el dato del menor permitió echar más luz sobre el homicidio.





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