Señora Directora: Hace dos sábados, el 14 de mayo, asistí al espectáculo brindado por vecinos y gente de la Murga de la Estación, denominado “Bandurga”. Y me pareció muy bueno, donde el entretenimiento, el humor, el canto y la buena onda se mezclan para satisfacciones de quienes ocupábamos las gradas para el público.Como otras cosas que he visto de este grupo murguero, el buen gusto parece ser una de sus grandes cualidades. Ellos se diferencia de otros espectáculos que pueden observarse en la ciudad en los que muchas veces la excelencia se confunde con groserías y vulgaridades que apuntan al impacto y la risa rápidas, pero que se vuelve tedioso cuando se reitera una y otra vez, y que a veces como espectadores nos aleja de esa actividad.Ya los ví, por ejemplo y entre lo más recientes, la representación que en febrero pasado hicieron en el Centro Cultural de la Costanera. Allí, algunos de ellos actuaron mezclados con el público, dándole un sabor distinto a un espectáculo que, de pronto, nos tiene a todos como partícipes.Aunque sé que ese es un recurso habitual en esa actividad entre murguera y teatral –quizás, sea correcta la expresión Bandurga (banda más murga)-, ese acercamiento nos integra a todos y nos hace partícipes. Apuntando, quizás, al propósito de sumar más adherentes a la expresión y esparcimiento entre vecinos que ellos propugnan en sus representaciones.La vez que los visité me sorprendió la enorme convocatoria de público que tienen y la rapidez con que éste se posesiona de la obra y ríe, aplaude y festeja como si fuesen una parte integral y necesaria del espectáculo. Aunque también debo reconocer que el público posadeño rápidamente se entrega y participa cuando el espectáculo que se ofrece es atractivo.Me gustaría recomendar a todos a que sigan apoyando este trabajo. Según lo que leí de ellos y plantearon tras la representación, es un espacio abierto a todos los vecinos.
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