Toda profesión y trabajo posee un nivel de libertad, responsabilidad y obligación, sumados los conocimientos y experiencias propias de dicha actividad, también implica un intercambio entre personas, que buscan la mejor forma de comunicarse respetándose mutuamente, donde cada grupo define que significa ese respeto y cuando se pierde.La docencia, es una profesión de intenso intercambio humano entre seres de diferentes edades, conocimientos y niveles sociales, donde el docente ejerce un tipo de autoridad, relacionada al hecho de transmitir y enseñar a manejar nuevos conocimientos al alumno o educando. En este intercambio de conocimientos, experiencias y emociones, la autoridad del maestro debe respetarse, así como el deseo del alumno a aprender, sin avasallar el uno sobre el otro.Autoridad significa desplegar un prestigio y poder de uno sobre otro u otros, que en general no es querida por mucha gente, pues la relacionamos con “autoritarismo” vividas en épocas de la dictadura, donde la autoridad la ejercían hombres armados, que irrespetuosamente sometían a todos, ¡Pero!, salvando la distancia, toda persona tiene verdadera autoridad cuando influencia a otros con responsabilidad y amor. Hoy en día el “orden”, la “disciplina” o la “autoridad” en un aula se debería expresar con respeto, sin temor y con amor, en un intercambio de diálogo honesto con los alumnos y sus conocimientos, con humildad para reconocer lo que no se sabe, pero también con seguridad para enseñar lo considerado valioso.La debilitación de la autoridad del docente obedece a varias causas, desde una crisis de los “valores sociales” como la injusticia, la inseguridad por la violencia, las desigualdades y el “todo vale”.Nuestra sociedad en algunos aspectos está en crisis pues cuestiona los valores morales universales, como honestidad y responsabilidad; también le teme a todo tipo de autoridad porque la confunde con autoritarismo, quedando pocos referentes “honestos” con autoridad a imitar.También le tememos a la disciplina, que es el elemento fundamental para lograr experiencias perdurables y profundas. ¿Cómo el docente puede reconquistar la autoridad perdida?, por medio de sus actitudes en el aula, realizando una formación humana, sólida y permanente, ayudado por los padres y por las autoridades de la escuela que deben mostrar una dirección única y conjunta.La educación empieza por “casa”, donde construimos el significado “sano” de la palabra autoridad, si el padre respeta a sus niños ellos aprenderán a respetar a los adultos, pero una vida con golpes, gritos y vejaciones, construye en ellos un significado malsano de autoridad.Debemos enseñar que la vida tiene diferentes tipos de límites, y hay que respetarlos, solo nuestra imaginación es ilimitada, los padres deben enseñar con el ejemplo, si se habla de paz y respeto, pero el padre golpea a la madre, el niño será agresivo con las mujeres, o la nena sumisa ante una agresión.Debemos enseñar al niño a manejar sus emociones y sentimientos, explicando que existen otros caminos sensatos a los excesos verbales, a las parálisis emotivas, a las agresiones o a las explosiones histéricas.Todo niño debe sentirse acompañado, apoyado con seguridad por su familia, debemos enseñarle la importancia de aprender, que un niño se enoje no significa perder su amor, debemos ser firmes, justos y reprender con amor, sin violencia, y siempre estar de acuerdo entre padres.Desde los inicios históricos de nuestra humanidad la primera y única educadora fue la familia, luego la sociedad se encargaba el resto del tiempo, con el transcurrir del tiempo surgieron las escuelas como instituciones educadoras.Hoy en día algunas familias por comodidad, “delegan” la educación básica en las Escuelas, pero a su vez algunes sectores sociales le quitan autoridad desvalorizando la figura del maestro, cuestionando todo procedimiento educativo, la violencia es ley y esta manda, no la sabiduría.“Recuerdo una vez acercarme a la cama de una paciente de 20 años operada de apendicitis, estando parado al lado de ella me resbalo por que el piso estaba mojado, fijándome con más atención vi que en ese costado estaba bañado de saliva, le pregunto a la niña si ella había vomitado, y me contestó que solo había escupido, que en su casa lo hacía y no veía porque no hacerlo en el Hospital”.Toda la sociedad con sus diferentes comunicadores audiovisuales, escritos y electrónicos, deberían educar y construir el significado de la palabra autoridad, resaltando en primer lugar la figura e importancia de la familia y de las instituciones educativas.La Docencia es una Profesión de entrega y comprensión mutua, el docente debe ser un “líder” capaz de entender a sus alumnos, darles el tiempo necesario para adaptarse, y que entiendan que todo se hace con amor, aún las correcciones. La educación empieza en el hogar y se refuerza en la escuela, ninguna suplanta a la otra, se deben transmitir los valores básicos y normas de convivencia como el respeto, la solidaridad, la igualdad entre mujer y hombre, la tolerancia, la humildad, la generosidad, el agradecimiento, la justicia, la responsabilidad, la dedicación y el esfuerzo personal para alcanzar metas, la sexualidad y fundamentalmente el significado maduro de la palabra amor. La educación humana lleva tiempo de padres y docentes, formando seres individuales y sociales, contentos con su vida y no egoístas.Debemos formar ciudadanos que entiendan los peligros de la sociedad, como la inseguridad y la drogadicción, así como sus bondades como la creatividad y la convivencia. El trabajo de padres y escuela es complementario, aunque no siempre los padres están motivados ni preparados, siendo víctimas de su propia ignorancia, por lo que a veces los maestros deben suplantar a los padres, no es lo ideal, pero a veces necesario. Los padres y docentes deben buscar sentido a lo que enseñan, darles a entender que no son conceptos arbitrarios, y por sobre todas las cosas dar el ejemplo.Cada escuela debería ser un “resonador armonioso” de lo que sucede en la sociedad, amortiguando y explicando desarmonías, y también reavivando lo creativo e imaginativo. Todos los cambios sociales repercuten y transforman las instituciones educativas, como un eco implacable, que debe ser interpretado por padres y maestros, para ser explicados a los niños.El respeto es fundamental pues sin él no hay verdadera autoridad, para transmitir los tesoros de cada grupo social o tradición, elemento fundamental de la cultura.Es importante establecer un vínculo entre docente y alumno, mostrarles confianza y pasión en lo que transmiten, percibido en el trato amoroso, dándole lo máximo para resolver los problemas, siendo esto el secreto no escrito de la verdadera cordialidad en el aula. u0009Deseo tu opinión: [email protected]





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