El paraje Laguna Azul de Bernardo de Irigoyen está en alerta sanitaria por la riesgo que significa para los habitantes consumir agua que proviene de una laguna infectada de alimañas y basuras. El vecino Juan Benítez, sostuvo que el agua que “tomamos está en mal estado; proviene de la laguna y seguro que es poco saludable; pero no hay otra manera de contar con agua para nuestro uso. Venimos reclamado hace tiempo y hasta ahora no tuvimos ni una respuesta. Hace unos años vinieron a hacer el pozo perforado, colocaron el tanque pero ahí quedó todo. No hay instalación de cañerías ni nada; ni siquiera una bomba, ni red de agua”, relató.Los vecinos de Laguna Azul son trabajadores que pelean diariamente para sobrevivir, y quieren mejorar su calidad de vida, por eso sin pensar demasiado en que puede haber algún desmanejo administrativo en la construcción del pozo, la inexistente bomba y distribución del agua, se están organizando, a través de la creación de una comisión, realizar alguna actividad que les permita juntar el dinero para comprar los caños y la bomba. En relación al caso, la Legislatura reclamó, a partir de un proyecto, que el Ministerio de Salud Pública conciba el agua como un derecho, y asegure que presente condiciones aptas para el consumo y su utilización (doméstica, riego, consumo animal) y que se informe sobre los registros de análisis, calidad y monitoreo de las fuentes protegidas, redes de distribución con tratamiento y perforaciones de agua en toda provincia". En paralelo, se presentó un informe al Municipio sobre esta inquietud del agua y la precaria situación en la cual viven los pobladores del paraje.





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