Con dolor, pero con la frente en alto se despidió Mitre del Torneo Federal C de Fútbol, al perder este lunes en su estadio por 2 a 1 frente a Juventud Unida de Charata, Chaco.La presión de tener que dar vuelta el 4 a 1 de la ida jugó en contra, sin duda. El equipo que dirige Bruno?Smorczewski salió a jugar con decisión, pero con la ansiedad lógica por comenzar a anotar.El arranque fue con imprecisión, ante un rival que nunca se desesperó. Y para colmo, a los 13’, un claro penal de Franco Semino a Braian Barrio complicó aún más la historia. La estrategia de defender con tres en el fondo esta vez no funcionó, por las dudas mostradas en ese pasaje del juego y porque el rival ocupó muy bien las espaldas de los marcadores laterales.La esperanza recaía en la condición de “penalero” que se ganó el arquero local Alberto Galeano, pero esta vez nada pudo hacer. Claudio Soto tomó el balón y pateó justeza al palo izquierdo, inatajable.El 1 a 0 ya desmoronaba las ideas o el trabajo previo de la semana. A partir de allí la impotencia del local comenzó a crecer, en el juego y en las tribunas, nuevamente colmadas para alentar al “auriazul”.Mitre fue al frente, con la desesperación inevitable por descontar y sin medir las consecuencias. Y al minuto 17’, una jugada colectiva de la visita evidenció la categoría del rival y la inexperiencia del Mitre, que nuevamente mostró desequilibrio y sufrió con la efectividad de los chaqueños. Leonardo Moya asistió a José Fernández, que apareció por el medio y definió sin titubear. Fue el 2 a 0 que desmoronó las remotas ilusiones que se habían generado en Rocamora.Siempre apostando al juego asociado, sin pelotazos y tratando de no dividir el balón, Mitre fue al frente y encontró el descuento a los 23’. La jugada llegó por la derecha y un centro encontró a Manuel Sánchez Ocaña en el área chica para marcar de cabeza. Un manto de esperanza se abrió, pero duró poco.Los nervios fueron creciendo y Kevin Llorián se pasó de revoluciones en un cruce, lo que significó su expulsión del lateral derecho por doble amonestación. Peor no podía ser el panorama. Para colmo, la suerte tampoco estuvo del lado de Mitre. Y una muestra de ellos se vio en el cierre de esa etapa, cuando Matías Festein y Sánchez Ocaña no pudieron definir ante un arquero que no transmitía seguridad, pero que siempre encontró el balón en sus manos.La segunda etapa fue un monólogo de Mitre. La desesperación al ataque y jugado en el fondo. Y en ese contexto apareció el despliegue de Miguel Comes, la figura del partido, que cortó numerosas situaciones mano a mano. Mitre buscó por los laterales, pero sin claridad.El reloj corrió y el descuento nunca llegó. El rival mostró serenidad y manejó el balón con mucha categoría, lo que frustró aún más cada intento de Mitre.A minutos del final el árbitro, para nada localista, expulsó a Gabriel Lencina. La ilusión se esfumó.





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