Vestigios de una gran cisterna de agua en pleno centro de esta ciudad hablan de cómo vivía la sociedad en el siglo pasado. El sábado, la esquina de Buenos Aires y Santa Fe se convirtió en una de las más visitadas de Posadas. Después de que fuera conocida la noticia del hallazgo de la fuente recolectora de agua, ubicada justo debajo de donde funcionaba el antiguo Hotel Europeo, la Municipalidad ofreció una única oportunidad al público para poder ver la estructura casi intacta.Como intentando reconstruir la historia, ayudados por la imaginación, los visitantes -protegidos con cascos de obras- mostraron un interés poco común en esta ciudad. Tanto así que la reconocida arqueóloga, Ruth Poujade, dijo estar gratificada por este interés que “antes no había en nuestra gente”. Así lo confirmó a PRIMERA?EDICIÓN mientras ella observaba desde afuera, en la vereda, cómo los posadeños aprovechaban la oportunidad de ver los restos hallados.“Yo estoy de observadora, acá no participo en los trabajos, pero como vecina de la zona recuerdo haber estado en el Hotel Europeo porque venía con mis padres a tomar un refresco o una cervecita. Sólo recuerdo un patio”. Patio en el cual seguramente estaba el aljibe que conectaba a esta gran cisterna. Visita guiadaLa doctora en arqueología, Lorena Salvatelli, explica que ella y su colega la licenciada Marianela Biscaldi llegaron al lugar como arqueólogas de rescate, a pedido de la Municipalidad y gracias a la denuncia realizada por la empresa que construye en el lugar los cimientos para lo que será un edificio de departamentos. Ya frente a los ladrillos, y una gran bóveda resguardada por improvisadas vallas de madera, Salvatelli habla de su trabajo que se enmarca en la arqueología urbana por estar en pleno centro de la ciudad. El pozo estaba tapado y poco a poco descubrieron un caño de cerámica, que se utilizaba a principios del siglo XX, mientras que para llegar al techo de la cisterna tuvieron que descubrir tres pisos diferentes de construcciones que se fueron sumando con el tiempo. Pasaron muchos años y antes de que este valioso hallazgo vuelva a quedar -quizás ya para siempre- enterrado en los cimientos de un edificio, las profesionales toman todas las muestras posibles, incluso ya se hallaron otros elementos y utensilios de la época. Por ahora se trabaja con hipótesis, acelerando los tiempos, pero los estudios continuarán para dar luz a lo que hoy nos quiere decir desde las entrañas, la antigua Posadas, quizás Trincheras de San José o mucho antes aún. Además de encontrar caños y canaletas en forma rectangular, durante las excavaciones se toparon con “algunos huesos, quizás de roedores del lugar -relata Salvatelli-, una rejilla de hierro fundido y otros elementos. Cuando terminamos bajamos al sector de cisterna, donde tuvimos que sacar toda la tierra para ver las dimensiones de algo que suponíamos era una cisterna”. El primer contacto con estos restos históricos se produjo cuando un camión de la empresa casi se hunde en lo que luego vieron que era una estructura de ladrillo, hecha por la mano del hombre. De ahora en adelante el trabajo será de investigación, que entre otras cuestiones será relacionado con hallazgos de cisternas en otras ciudades. Nada se descarta y todo suma.Respecto a que si se convertirá el lugar en un espacio de visita turística, lo más probable es que no sea así, pues los planos del edificio aparentemente no permitirían la construcción de una vidriera o escaparate con la cisterna detrás, algo que resaltaría el valor de la propiedad, pero si bien allí está proyectado un estacionamiento de coches subterráneo, la arquitecta Mabel Bernal (del equipo del Departamento de Patrimonio Urbano de la Municipalidad), dijo haber visto que justo en esa esquina forma la curva para el giro de los coches. Aunque con mucha esperanza reconoció que “todavía no está dicha la última palabra”. Lo cierto es que ayer, la sociedad posadeña mostró su interés por conocer más su historia, saber cómo vivían en el siglo pasado y quizás estos restos hablan de cuando esta tierra estaba ocupada por los paraguayos, quienes habían construido la base de la cisterna para abastecer de agua a una primera trinchera que luego pasó a ser Trinchera de San José. Detalles que hablanPiezas encontradas en la misma excavación datan del siglo XX como restos de losa inglesa y china que datan de 1920 aproximadamente; un frasco de pintura de uñas, ladrillos con dimensiones diferentes a la actuales, vidrios y botellas, algunas intactas como la de aquella naranja Crush que todavía está en la memoria de muchos. Fragmentos del revoque de la cisterna, clavos de hierro fundido, caño cerámico, elemento muy antiguo utilizado en la construcción. Todo habla de cómo vivían a principios del siglo pasado e incluso del XIX. Esas piezas formaron parte de la cotidianeidad de los ancestros. Por ahora la búsqueda recién comienza, poco están encontrando entre los datos históricos, solo algunas fotos de la fachada del hotel, pero por ahora “es puro rescate arqueológico”, confirma la arqueóloga Marianela Viscaldi, al final del enriquecedor paseo histórico.





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