El mayor patrimonio que posee una persona no son sus bienes, ni terrenos, ni su dinero, “SÍ” son ese entramado de “ideas” que forman su conciencia y conocimientos, perfectamente entrelazados entre sí, donde se complementan y compenetran.El conocer y saber algo está formado por el grupo de “ideas” con que contamos para afrontar nuestra existencia, y por supuesto lo que “NO” se conoce, se ignora, entendiendo que siempre algo ignoramos.Existen diferentes tipos de conocimientos que adquirimos, a los que llamamos “saber”, ellos están entrelazados, ligados y con límites que fluctúan. Un tipo de conocimiento es el “primer saber, vulgar, ingenuo o espontáneo”, es el que vamos acumulando sin quererlo, deliberada o conscientemente, lo obtenemos con la experiencia diaria, con el contacto cotidiano y corriente con las cosas, con las personas, como el que surge en las “charlas de café” y el que nos transmite el medio naturalmente, como por ejemplo los días suceden a la noche, hay cuatro estaciones, prender y apagar la luz.Este saber “espontáneo” dependerá del medio donde esté la persona, y de los medios de comunicación a su alcance, por ejemplo un campesino sabrá más sobre cultivos, las estaciones y los cambios climáticos, pero la persona de la ciudad sabrá cómo usar los distintos transportes o conocerá más de los “dimes y diretes” de la farándula.Además de ser espontáneo, este conocimiento “vulgar” está determinado y es diferente para cada sociedad, esto quiere decir que lo compartimos con el grupo social donde estamos, por el solo hecho de pertenecer a esa comunidad, como por ejemplo lo que muestra la televisión local.Cada sociedad domina y expresa la información del conocimiento “vulgar” que posee, por lo que este conocimiento de Argentina será distinto al de Japón o Nigeria.Cuando este conocimiento vulgar tiene una estructura y contenidos comunes, en una misma o diferente sociedad, se habla de “sentido común”, por ejemplo es sentido común en unas sociedades llevar luto con el color negro y en otras con el color blanco.Este conocimiento vulgar está teñido por emociones, prejuicios, temores, esperanzas, simpatías o antipatías que deforman y envician este saber, por ejemplo tener prejuicios raciales debido al color de la piel.Debido a lo anterior estos conocimientos vulgares son subjetivos, pues están teñidos por las emociones del sujeto, difiriendo de un individuo a otro, de un grupo social a otro, de país a país y de época a época, sin posibilidad de acuerdo a no ser por azar.Este conocimiento “vulgar” no tiene orden, se va acumulando al azar, uno sobre otro en forma desordenada, por lo que está lleno de contradicciones y es ilógico.El “segundo tipo de conocimiento o saber” que podemos adquirir, es el “crítico”, el que surge luego de analizar y valorizar un tema, con resultado positivo o negativo, para tener este conocimiento debo realizar un esfuerzo, como por ejemplo estudiar, capacitarme de enfermero o veterinario.Para lograr un saber crítico debemos esforzarnos deliberadamente, decidir obtenerlo, llevar un orden y disciplinarnos para lograrlo, debemos seguir un método o procedimiento elaborado para poseerlo, por ejemplo para ser enfermero se debe cursar una cantidad de materias y prácticas correlativas.Cuando expresamos un conocimiento “crítico” debemos tener fundamentos sobre él, por ejemplo. si digo que la tierra tiene tal edad, debo dar pruebas para apoyar esa afirmación.El saber crítico es organizado y ordenado, posee un fundamento universalmente válido, evitándose a toda costa la subjetividad del “me parece o yo creo”, evitándose lo de “cada médico con su librito”, como por ejemplo estudiar anatomía humana tiene un orden con un comienzo y final.Ser objetivo es buscar saber cómo son realmente las cosas, y no cómo me parecen que son, y se puede compartir con aquellos que se dedican a la misma actividad, por ejemplo los abogados con los abogados, los maestros con los maestros.El saber crítico producto de la investigación científica, suele contradecir el sentido común, por ejemplo se dice el sol sale por el este y se pone por el oeste, pero la astronomía nos enseña que no sale ni se oculta, sino que esto es una ilusión resultante del movimiento de rotación de la tierra sobre su propio eje.Mientras el saber “vulgar” está presente en todas las circunstancias de la vida, el saber “crítico” sólo se da en ciertos momentos, cuando decido asumir la posición que me dan la educación, la ciencia y la filosofía.Y en “tercer lugar” tenemos el conocimiento y saber brindado por nuestra “herencia”, es el más básico y el que da el sustento a los dos anteriores, es “cómo venimos de fábrica” diagramados por millones de años de experiencias con pruebas-errores, que quién sabe cuándo comenzaron y hasta cuándo se extenderán.Con el saber traído en nuestra herencia, que es patrimonio de la humanidad, tenemos los elementos básicos para nuestra supervivencia, nos provee de los “instintos, el intelecto y las emociones” que nos resguardan de sucumbir como especie y nos permiten sobrevivir ante las diferentes opciones del medio ambiente, por ejemplo nacemos con el reflejo de succión que nos permite mamar a partir del nacimiento, además con el miedo y el asco que nos protegen de posibles peligros.Nosotros si bien al nacer somos inmaduros, con el tiempo y mucha ayuda del grupo social que nos rodea, nos volvemos aptos para deambular libremente y fundamentalmente para “crear pensamientos”, que nos van a dar un lugar de privilegio por sobre las otras especies del planeta.Dependerá de nosotros brindarles a nuestros pensamientos la “mejor calidad” posible, y no desaprovechar la opción que se nos da, la de construir en el “edificio de ideas histórico” del cual somos parte, aunque no nos guste o interese.Nuestras ideas sumarán o restarán, ayudarán en la construcción firme o harán un “agujero” en el edificio del pensar de la Humanidad, que a la larga emergerá majestuoso contribuyendo al esplendor de la civilización, o caerá derribado por su debilidad, significando nuestra destrucción.El secreto es entender cuál es la “idea suprema” a la que debemos adherirnos, siendo todas aquellas derivadas del “amor desinteresado” como eje principal, por fuera de ella sólo habrá interés, egoísmo y destrucción.¡Cada uno de nosotros tiene su cuota de posibilidad y responsabilidad!por Bazán J. L. – MédicoDeseo tu opinió[email protected]





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